Capítulo 3

1.6K 86 3
                                    

Kristell

Siento como sus dedos quedan marcados en mi brazo de tanto apretar su mano. Mis ojos llenos de lágrimas contenidas.

-Por que no te fijaste antes de abrir la puerta – siento un golpe en mi mejilla – ¿Cuántas veces te hemos dicho que debes fijarte antes de abrirla? – otro golpe.

-¿Ahora que va a pasar mamá? – susurra Halle - ¿Qué le vamos a decir a Matthew? Porque él va a preguntar por ella.

-No se, imposible que se crea el cuento que está es la sirvienta – jala tan fuerte mi cabello que me tira hasta el piso.

-Mamá yo creo que hay que decirle la verdad, que ella es nuestra hermana y que es muy tímida por eso es que nunca la ha visto – dice Sam – Y que está loca.

Escucho sus risas de burla, no las veo porque tengo la cabeza agachada deseando que no vean mis mejillas mojadas de lágrimas.

-Ya se que le vamos a decir. Halle si él te pregunta algo, le dices que kristell está loca - ¿Qué? – Dile que sufre de un trastorno, que sufre de esquizofrenia. Es por eso que no queremos que nuestros amigos la conozcan.

-Oh mamá, que mente tan brillante tienes – la alaga – Bien eso le diré – no despega su mirada de mi mientras se le forma una sonrisa.

No Dios, Porque son tan malas conmigo.

Al igual que todos los días, hago mis deberes y me voy al colegio. Esta vez lo hago con mucha lentitud, no quiero llegar y encontrar que todos estén burlándose de mí por lo que vayan a decir mis hermanas.

Llego al salón y me dirijo a mi asiento, hasta ahora no he escuchado nada de mí. En la hora del receso saco el libro de la próxima clase que me toca, mientras espero que lleguen todos abro mi cuaderno de dibujo, siempre lo tengo a la mano, casi nunca me despegó de el.

Felizmente no me quedaron marcas de los golpes que me dio mi mamá ayer, no sabría como explicar eso ya que no soy buena maquillando los moretones.

Estoy en la mitad del dibujo cuando siento que alguien se sienta en el sitio de al lado, giro mi cabeza para ver a mi Halle.

-Dime Halle. ¿Qué quieres? – cierro mi cuaderno y lo guardo en la mochila.

-Hay hermanita, pero que fea tu actitud. Eso de no enseñarme lo que estás haciendo, te puede ir muy mal.

-Solo estoy dibujando – se que algo quiere, en el colegio ninguna de las dos me habla y ahora que venga y me esté hablando, no es por casualidad.

-Que bien me conoces hermanita, efectivamente quiero algo – la miro esperando a que continúe – Bien no le voy a dar más vueltas al asunto, como veras nadie está hablando de ti, eso quiere decir que no dije nada a nadie. Matthew no me a preguntado por ti. Él y los chicos van a ir a la casa hoy y cuando ellos lleguen, tu le vas abrir la puerta y los vas atender. Si ellos pregunta por ti, bueno le vas a decir la verdad que eres nuestra hermana. Pero ahí no termina, me supongo que ellos van a preguntar por que recién te presentamos, le dices que has estado en el psiquiátrico, desde los 10 años y has salido hace dos.

-Por que yo les tengo decir eso, es su mentira.

-Les vas a decir tú y punto. O quieres que le diga a mamá – y con eso último se va. No, no lo voy hacer.

No pienso decir esa mentira tan cruel.

Pero como siempre nada me sale bien, y aquí estoy a punto decir todo lo que me dijo Halle que diga.

-No me conocen, porque…. - no me salen las palabra de la boca, miro a Halle y ella me dice que continúe – Yo no he vivido aquí por mucho tiempo.

-¿Dónde estuviste? – dice Benjamín o Benja como le dice su novia, que es Halle.

-Yo… - miro hacia abajo. No quiero ver la reacciones que van a tener, en especial la de Matthew, que desde que llegó no ha dejado de mirarme – Yo estaba en un centro psiquiátrico, tengo esquizofrenia. Me lo detectaron a los 10 años, estuve ahí varios años, hace dos que salí.

-Y porque hasta ahora te vemos – dice Mario, él es el enamorado de Sam.

-Queríamos cerciorar que ella esté muy bien de salud – esta vez dice Halle.

-Chicos, pensé que estaban en el patio – mamá llegue hasta donde estamos – Porque no van allá, en un rato les llevo los refrescos y todos obedecen, me nos yo – Ya sabes lo que tienes que hacer.

Le digo que si y me marchó a la cocina a prepararle el refresco que a ellos les gusta, les entrego a cada uno y antes de girar alguien me detiene.

-Porque no te quedas con nosotros y así te conocemos más – no puedo creer que Matthew esté diciendo eso ¡Él quiere conocerme!. Miro a mis hermanas a la espera que digan algo y ellas mueven su cabeza diciendo no.

-Tengo que hacer tareas, así que no gracias.

-Kristell es muy estudiosa, es muy difícil que ella cambien de parecer.

...

Después de ese día las cosas han cambiado para mí.

Ha pasado exactamente una semana y mi mamá está cada vez más exigente. Todos los días tengo  que estar en la sala con mis hermanas y sus amigos, para aparentar que somos muy cercanas y que no hay diferencias entre nosotras.

Los dos primeros días que ellos llegaron se me hacia raro ya que siempre vienen los viernes, pero ellos dijeron que era para conocerme y hacer muy buenos amigos.

Ellos  son muy divertidos  en especial Thiago, que no para de contar chistes, muy malos por cierto. Pero lo encuentro gracioso cuando el no para de reír y su risa es muy contagiosa. Ellos son cuatro hombre (Matthew, Thiago, Mario y Benjamín)  y tres mujeres (Halle, Sam y Lily) esta última es una chica muy alegre, lo malo que no para de hablar.

Si quieren saber que a pasado entre Matthew y yo.

No ha pasado nada, pensé que él a decir esas palabras nos volveríamos amigos. Pero no, él se ha mantenido alejado de mi, si les digo que con la justas me dirige un hola y nada más.

Bueno no tengo que hacerme ilusiones, se que yo no soy su tipo. Ya saben supuestamente estoy loca.

Mi Hermosa Salvación - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora