Capítulo 14

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Kristell

Hay veces que la vida puede ser una total mierda, pero somos nosotros quien la dirige y tomamos el rumbo a una decisión que permanecerá por el resto de nuestra vida.

Es por eso que ahora estoy en la casa de Benjamín, ya fue suficiente ver  a mi hermana en ese estado. Se que muchos pensarán, que ella lo merece. Pero así soy yo, quiero hacer las cosas bien y no pensar en el pasado por una vez.

Tengo fe en Dios, el va ayudarme a que todo salga bien en este día y no cometer ningún error.

La felicidad de mi hermana esta en mis manos y quiero lo mejor para ella.

Estoy sentada en un pequeño sofá mientras que Benjamín esta en uno grande, frente a mi. Su casa no es tan grande como me lo imagine, se parece un poco a la mía.

La diferencia es que en esta se percibe paz, armonía y amor. No como la mía, que mamá pone una máscara en su cara para que todos piensen que es la mejor madre del mundo, puede ser que para Halle y Sam si.

Conmigo no lo es.

-Se que no quieres hablar sobre Halle - rompo el silencio que reinaba en la pequeña sala.

-Estas en lo correcto - noto un poco de molestia en su voz - Después de todo lo que te a hecho ¿Quieres hablar de ella?

-Si piensas que soy una idiota, entonces lo soy. Siempre amaré a mis hermanas, no me importa que tan mal se han portado conmigo, Halle me pidió disculpas. Y quiero decirte que la perdones, me trato mal si...

-Kristell, te trato pésimo.

-Eso lo se perfectamente y no estoy para justificarlo. Halle y Sam por muchos años no han sido las mejores hermanas, se dejaron llevaron por mis papás. Ese fue su gran error, pero que podían hacer Benjamín. ¿Ir en contra de ellos?. Claro que no, les han dicho tantas cosas que  hasta ahora no puedo entender por qué mis papás son así conmigo.

Siento mis lágrimas acumulándose en mis ojos, pero las retengo.

-Todo este tiempo me e callado por ellas, no quiero que mamá se desquite con ellas y paguen por mi error. Ya es suficiente conmigo, Sam y Halle quedarían destrozadas. Benjamín te pido que por lo menos hables con ella y te explique su versión, no la odies por sus errores, todos los cometemos en algún momento de nuestra vida. Así como yo la perdone por que, no sabes cuantas veces la e extraño y se que también está muy arrepentida.

Espero que diga algo, él solo mira un punto fijo en el piso. Espero que con mis palabras pueda hablar con Halle.

-Por lo menos considerarlo. Ella te ama y se que tu también lo haces y esto es solo un bache en su relación.

No espero respuesta alguna de su parte, salgo de su casa porque ya me tome mucho tiempo y no quiero que me regañen en el trabajo. Así haya pedido permiso, no quiero que me corran, es un lugar muy agradable para trabajar.

Llego a la florería después de una hora del horario que siempre tengo que entrar a trabajar. Encuentro a Joel atendiendo a un chico, voy hacia la parte de atrás, cerca de la oficina de la señora Roberta. Agarro el mandil que esta colgado y me lo coloco, pongo el pin que tiene mi nombre en la parte izquierda del pecho.

Al joven que estaba antes ya no está, así que me voy a mi sitio.

-Hola Kristell - Joel mueve su mano en forma de saludo - Antes que me olvide decirte, mi mamá me va hacer una pequeña cena por mi cumpleaños la otra semana y estas invitada.

-Me siento alagada Joel.

-También está invitado tu chico, así que se lo dices – asiento y nos disponer a trabajar.

Mi Hermosa Salvación - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora