Capítulo 5

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Kristell

Cuando llegue casa, hice todas las cosa para que mi mamá me deje salir. Pero lamentablemente no estaba en casa, solo estaba mi papá, así que no tuve otra opción que pedírselo a él.

-Papá, tengo que hacer un trabajo en la casa de un compañero ¿Me dejas ir? – no tuve de otra que mentirle.

-Con tal que todas tus tareas estén terminadas, puedes ir.

-Si, ya termine todo, hasta dejé comida para la cena, por si me demoro– le sonrió, el solo asiente y se va hacia su cuarto.

Guardo todo lo que tengo que llevar y salgo  en busca de un bus para llegar a casa de Matthew.

Miro la hora del reloj para ver si no es tarde, son las 4:10 así que no es tan tarde. Bajo del bus en parada correspondiente y corro hacia su casa, gracias a Dios que solo son dos cuadras que tengo que correr.

Saco el papel de la parte trasera de mi pantalón y verificó si estoy en la dirección correcta, como veo que no me e equivocado toco el timbre y espero a que me abran.

-Hola Kris, pasa – me dice Matthew y entro a su casa. Su casa es muy bonita hasta se  parece a la amiga, la diferencia es que su sala es mucho más grande.

-Espero que con las cosas que traigo te sirvan – saco lo que hay dentro de mi mochila y las pongo en la mesa de centro – Bien, por donde comenzamos – lo miro y espero a que conteste.

-Tu dime, yo soy tu alumno – me sonríe, Dios no me sonrías así.

-Mira así es como tienes que empezar a dibujar a una persona, primero comienzas por sus ojos.

Y así nos pasamos toda la tarde, mientras le iba explicando él lo ponía en práctica. En un momento de la tarde su papás llegaron y me saludaron muy amable, hasta me ofrecieron que me quede a cenar. Pero les dije que no, ya que Matthew y yo no somos amigos y porque no puedo llegar tarde a casa.

En el bus de regreso a casa, me pongo a pensar. Matthew en toda la tarde se a comparado muy lindo conmigo, me sonreía a cada rato. No se a comparado como el chico frío que me ignora cada vez que va a mi casa. Me gustaría que todos los días fueran así, pero se que eso no va a pasar. Él solo lo hace por que le estoy haciendo un favor nada más, seguro que cuando termine de enseñarle él volverá hacer el mismo de siempre, por lo menos conmigo.

Entro a casa rogando que mamá todavía no llegue, pero como siempre les digo, la suerte esta en mi contra.

-Quien te dio permiso de salir – me recibe con una fuerte cachetada.

-Papá me dijo que podía – la miro con lágrimas en los ojos – Solo fui hacer un trabajo con un amigo.

-Y se puede saber ¿Quién es ese amigo?. Por que hasta donde yo sé no tienes ni uno y pobre que se te ocurra mentirme porque te va a ir peor – me amenaza jalándome el cabello.

-Estaba en la casa de Matthew – le digo llorando ya que tira más fuerte mi cabello – Él  me suplico que le ayude en una materia – le digo antes que me de otra bofetada – Te lo juro que mamá que solo fui para eso, no hablamos de nada que no sea sobre el curso. Cuando terminamos yo me salí lo más rápido.

-Espero que no me estés mintiendo Kristell, si me entero que es mentira te va ir peor – me amenaza – Ahora sube a tu habitación y no vas a bajar ya que estas castigada.

...

Trato de cubrir con maquillaje el moretón que tengo en la mejilla, pero es inútil. Tendré que hacerlo con mi propio cabello y no mirar a nadie para que lo noten.

Guardo mi desayuno en una bolsa y salgo de casa par ir al colegio. En el camino lo voy tomando, por culpa de mi mamá ya no pude tomar un desayuno tranquila y ahora estoy que meto todo a la boca para acabarlo rápido.

Frunzo el seño confundida de ver a Matthew en mi casillero.

-Hola, ¿Qué haces acá? – lo digo de frente.

-Hola, gracias por ayudarme en la materia, muchas gracias.

-No te preocupes – le sonrió. Tocan el timbre que anuncia el comienzo de clase, abro mi casillero y saco algunas cosas que tengo adentro y después lo cierro. Me dispongo en avanzar hacia mi clase cuando siento que me agarran el brazo.

-Tú crees que me puedas seguir enseñando – me suelta del brazo y avanza unos pasos. Lo sigo y me pongo a su lado.

-Es mejor que no – dejo de caminar y lo miro – Tengo muchas cosas que hacer y no tengo tiempo - no dejo que hable ya que camino rápido hacia el salón.

Salgo del colegio, veo la hora en mi reloj y comienzo a correr. Si no llego a tiempo para preparar la comida mi mamá me castiga. Todos nos tuvimos que quedar una hora más por petición del director.

Todo el día estuve ignorando a Matthew, en el receso me escondía. No quiero seguir enseñándole, si lo hago se que me ganaré más problemas con mi mamá.

Preparo la mesa y llamo a mis hermanas y mamá para que almuercen. Me sirvo mi plato y me pongo a comer.

-Espero que hayas aprendido la lección – me levanto rápido del asiento al ver a mamá en la cocina.

-Si mamá, siempre tengo que decirte las cosas que hago. No va a volver a ocurrir – me disculpo.

- Bien espero que sea la última vez – da media vuelta y se retira.

Estoy lavando los platos cuando tocan la puerta, me seco las manos con el secador que esta al lado y camino para abrirla. Pero Sam me gana, me imagino que debe ser Mario ya que ella nunca abre la puerta y si lo hace es por que es él. Continuo con lo que estaba haciendo.

-Kristell, te buscan – grita Sam, me dirijo confundida hacia la sala.

-Matthew – digo apenas lo veo sentado en el sofá - ¿Por qué estás acá?

-Y ¿Por qué la buscas? – dice mamá. Gracias al grito de Sam, ella llego a escucharlo.

Mi Hermosa Salvación - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora