Kristell
Lloro al escuchar las palabras de la juez, condena de 25 años en la prisión por violencia familiar y la custodia de Sam, se la dan a mis tíos. Veo a mis padres ser llevados fuera de la sala y gritar que algún día se van a vengar. Eso lo dudo, ellos no podrán salir de la cárcel por muchos años.
Por fin soy libre.
Ya no voy a tener miedo de caminar sola por las calles, la inseguridad de hacer las cosas mal y ser juzgada, como en varias oportunidades lo hicieron mis padres, ya no va a existir.
Hace mucho tiempo leí, que era normal tener miedo a cosas nuevas, lo principal. Es no dejarse derrumbar y ser capaz que aún con miedo, puedes afrontar como todo un valiente la dicha de las nuevas oportunidades o amistades que se presenten.
Ser el héroe de tu propia historia.
Le agradezco a los abogados por ayudarme y camino hacia donde está mi novio, el hace lo mismo. En medio del pasillo, nos encontramos y no dejo que hable, simplemente me lanzo a sus brazos y vuelvo a llorar.
Entre en medio de los sollozos, le escucho decir, que todo acabó y como lo prometió. Matthew está conmigo y no se ha ido. Se ha vuelto mi soporte, no estoy segura, si sea bueno querer estar todo el día con él.
En cualquier momento, Matt se va ir a la universidad y no se cuando lo volveré a ver, se que tendremos una relación a distancia. ¿Funcionará? Solo Dios lo sabe.
Es momento de dejar de llorar, lo hago y lo miro a los ojos, veo su sonrisa y como sus manos agarran mi rostro para acercarme a él y besarme. No es momento para que el beso sea eterno, solo dura un minuto, aún así, pude sentir lo que me quiere decir.
Miro a mis hermanas y voy con ellas a abrazarlas, es duro para nosotras, pero estamos juntas y es lo más importante en este momento.
Caminamos hacia la salida de la fiscalía, ahí soy felicitada por lo bien que lo hice y entre el medio de los abrazos es interrumpido por mi tío.
-¿Qué les parece si continuamos con los abrazos en nuestra casa? – propone.
-Buena idea, yo llevo el champán – dice el señor Edgar.
Nos vamos igual a como llegamos, somos los primero en llegar. Al bajar del carro, veo hacia mi casa, hace más de un mes que no entro. Volteo a ver a mis hermanas y les sonrío para que sepan que todo está bien.
Entramos y la casa se siente diferente, o yo soy la que lo ve así. No hay ningún escalofrío recorrer por mi cuerpo, simplemente la veo como una casa normal.
Sigue igual a como la dejé, lo único que cambió, es el aroma. Percibo un olor a vainilla y lo más seguro que es la idea de mi tía, ella y sus velas aromáticas con olor a vainilla.
Dejo de prestar atención a la casa para dirigirme a donde está mi tía, ella se encuentra en la cocina, picando las verduras, no dudo en ayudar.
Creo que lo hicieron a propósito, pero todos llegan media hora después y con bolsas en sus manos. Mi tío los regaña y sonrío al ver la cara de Joel, piensa que lo dice en serio.-Es mentira – me acerco a él – Mi tío es muy bromista.
-Si tu lo dices – mira a mi tío con desconfianza.
Ruedo los ojos y sonrío, ambos caminamos para seguir ayudando y no ser regañados. Movemos los muebles para tener más espacio y como todos no entramos en la mesa, decidimos comer en la sala.
Los adultos se sientan en los muebles y nosotros lo jóvenes, en el suelo. Con ayuda de mis hermanas, repartimos los platos de comida a cada uno, las copas de champán, son llevadas por mi tío y dejadas en la mesa de centro.
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Mi Hermosa Salvación - Terminada
Romance¿Qué pasa cuando tu mamá no te quiere?,¿Cuándo tu papá te ignora? ¿Cuándo tus hermanas te maltratan? ¿Qué pasa cuando estas sola en el mundo y la única persona que pensante que te podía sacar de ese infierno que lo llaman hogar, que podía ayudarte...