Mi Hermosa Salvación - Terminada

Capítulo 37

Kristell

8 años después

Corro como si el demonio estuviera atrás de mi, queriendo atrapar mi preciada vida. El maldito carro se descompuso en medio de la calle, cuando solo faltan tres cuadras para llegar al restaurante y encima llego tarde. Esto de la exposición, está afectando mis horas de sueño. Ya que me concentro tanto que las horas se pasan volando y pierdo la noción del tiempo.

Aparte de la exposición que se viene en unos días, también cambios de humor que aún no presento en estos momentos.

Dejo de correr de golpe, cuando me acuerdo que no puedo hacerlo porque mi vida y la de otra persona corren peligro. Llevo una mano a mi no abultada barriga, todavía es pequeña y falta mucho para que crezca.

Hace una semana Matthew y yo nos enteramos que vamos hacer padres, nos tomó por sorpresa, ya que me estaba cuidando, pero ni modo. Los dos somos profesionales y podemos cuidar a esta personita que viene en camino.

Todavía nadie lo sabe y es una sorpresa que daremos el fin de semana que vamos a viajar a Liverpool. Estoy emocionada por ver a todos ahí, Matt les hizo prometer, que ninguno debe de faltar. Ya que en estos 8 años que nos juntamos y viajamos hacia allá, no estamos todos juntos e incluyendo a Joel.

Camino la última cuadra que me falta para no verme toda desarreglada, peino con mis dedos mi cabello para verme más presentable, es un alivio que no haya mostrado nada indebido. Llevo puesto un pantalón blanco suelto hasta la cintura, con un polo con tirantes de color marrón y unos tacones que quedan a juego.

Gracias a Dios que no me caí, cuando estaba corriendo, sería vergonzoso y también pude haber perdido a mi bebé.

¡Olvídalo Kristell!

No quiero imaginar si hubiera pasado tal cosa. Muevo mi cabeza para quitar ese pensamiento. Llego al lujoso restaurante, una chica me saluda cuando entro y le doy una sonrisa, busco a Matt y lo encuentro muy entretenido en una de las mesas conversando con Thiago, Lily y dos personas más.

Estos dos también fueron aceptados en la NYU junto con Matt, me sorprendieron a la semana siguiente de haber venido y los regañe por hacerme creer que no los vería por un largo tiempo.

Camino hacia mi chico y le cubro los ojos con mis manos. Veo la cara de burla que me da Thiago. Ahora mismo puedo parecer una niña al enseñarle mi lengua, pero no tengo de otra, si hablo, Matthew me descubre.

-Adivina quién soy – me acerco a su oreja y hablo con voz grave.

-Ah… eres Lidia – bajo mis manos rápidamente, toma asiento en la silla que está a su lado y lo miro enojada.

-¿Quién es Lidia? – frunzo el ceño. Matt voltea la cabeza y me mira con una gran sonrisa.

-Nadie mi amor – se acerca para darme un beso, pero muevo mi cabeza logrando que el beso me lo dé en la mejilla – Amor, era broma.

-Si claro… Hola Lily – saludo, a la ya nombrada.

-Hola Kris – sonríe incomoda, por la escena que acaba de presenciar –Sabes que es broma ¿Verdad?... Thiago te vio entrar y dijo que ya estabas acá.

-Es cierto Kris, solo fue una broma.

-Pues, no me gustó para nada – hago una mueca.

-Lo siento, no lo volveré hacer – lo promete - ¿Me perdonas?

Con esa mirada que me da, es imposible enojarme con él. Me acerco y le doy un pequeño beso en los labios. Siento como su mano la coloca en mi barriga y la mantiene ahí, volteo a ver si alguien vio ese gesto, pero no.