Capítulo 26

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Kristell

¿Denunciar a mis padres?

No voy a mentir, si lo he pensado muchas veces, pero todos terminan con el mismo pensamiento. Tengo miedo, no se cuales serían sus reacciones, ni la de mis hermanas. Se que estoy siendo una estúpida, pero el día que les pase a ustedes… entenderán mi temor.

Siento escalofríos de solo pensar, estar en el juzgado y ser partícipe en primera fila y juzgarlos. Todavía no encuentro la respuesta a sus maltratos, tiene que haber una explicación.

Si o si, la tengo que averiguar.

-¿Es normal tener miedo? – le preguntó – Porque estoy con los nervios de punta, no se cual es la solución correcta a todo esto.

-La decisión que tomes, la voy aceptar. Los chicos y yo estamos para apoyarte.

-¿Tú crees qué mis hermanas también?.

-No se, no han hablado al respecto del tema estos días – me agarra las manos – Estoy cien por ciento seguro que ellas estarán al lado tuyo en el juicio. Y yo estaré atrás esperando que todo termine y poder tarde el mejor abrazo de todos.

-No se que haría sin ti – una lágrima recorre mi mejilla y Matt con su pulgar, la limpia.

-Créeme, yo tampoco lo sé.

-Me haces tan feliz, te has convertido en la persona más importante en mi vida y me aterra que en un futuro, ya no te tenga a mi lado. Eres mi salvación, gracias por estar junto a mi. TE AMO.

-Yo también te amo, mi Kris.

Al día siguiente, me preparo para ir a la casa de Matthew, le prometí que iba ir hablar con su papá. No quiero que me recoja en su carro, voy a tomar un taxi aunque me quede poco dinero, quiero tener estos minutos conmigo misma. He tenido todo el día de ayer para posponer esta reunión, pero no lo hice.

Voy a ser valiente y si ellos tienen que pagar una condena, lo harán. En todos estos años he tratado de encajar en sus vidas, pero no lo he logrado. Así qué… me rindo, lo últimos golpes y ver mi reflejo en el espejo, ver la persona que en ese momento tenía un ojo hinchado, con hematomas en el cuerpo, tres costillas rotas y un dolor insoportable.

Ya no tenía que pensar, Matt tiene todo la razón y mis papás tienen que recibir su castigo.

Apenas llego a cada de mi novio, le pago al taxista y le agradezco. Toco el timbre, espero unos segundos hasta escuchar el sonido de unos zapatos acercarse y la puerta ser abierta. Le sonrío a la Señora Leah y ella me permite entrar, tomo asiento en uno de los muebles.

-¿Cómo estas?. Desde el hospital, ya no he tenido tiempo para verte – se disculpa.

-Estoy bien, muchas gracias por preguntar señora Leah – ella hace una mueca restándole importancia al agradecimiento y se sienta al lado mío, dejando un mínimo espacio.

-Matthew me comento que has vuelto a la escuela, espero que estés cumpliendo al pie de la letra las indicaciones del doctor.

-Si lo hago. Quiero recuperarme lo más rápido posible.

-Y lo harás, con paciencia todo se puede – me toma de las manos y las dos sonreímos.

Seguimos platicando por unos cortos minutos, es entretenido hablar con la madre de Matthew. Es una mujer con muchas palabras.

Por el pasillo pasa Matt junto a su papá. Estoy un poco nerviosa por como se lo tomara el señor Brandon, al escuchar lo que tengo que decir.

-Hola amor – me sonrojo por la manera de saludarme. Le doy un beso en la mejilla.

Mi Hermosa Salvación - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora