No se había fijado en los dos chicos. Tenía la cabeza en otra parte, los pensamientos sobre esa tarde tan absurda se agolpaban como olas en una tempestad, uno sobre otro, uno dentro del otro.Había caminado como un autómata y las piernas lo habían conducido al lugar donde había aparcado la Vespa. Esa esquina de la calle estaba desierta.
Mientras retiraba la cadena, inclinado sobre la rueda, escuchó el ruido de unos pasos.
- ¿Te acuerdas de nosotros, conejito?
Izuku se enderezó de un salto y reconoció al instante a los chicos del barrio. Lo habían vuelto a seguir. Y está vez no había nadie a su alrededor que pudiese ayudarlo.
Eran altos y fuertes, seguros de sí mismos. Uno de los dos señaló la Vespa y dijo:
- Danos las llaves.
En un primer momento, él no entendió qué estaba sucediendo, pero asió el mazo de llaves más fuerte, instintivamente. Entonces el chico sacó una mano del bolsillo del vaquero y le mostró una navaja.
- ¿Estás sordo? Que nos des las llaves. Tu moto va a cambiar de propietario.
El otro se echó a reir y añadió:
- Y también todo lo que tengas en la mochila. Dinero, móvil, iPod.
Izuku sacó la carpeta y se la enseñó con una mano temblorosa.
- No llevo nada más.
Los dos se miraron.
- Has ido a dar con la única persona del planeta que no tiene móvil.
- Yo creo que nos está mintiendo- replicó el otro y le quitó la mochila de las manos. Hurgó en el interior con prisas, desechando las cosas inútiles, como el estuche y el cuaderno del dibujo. Mientras tanto, Izuku había retrocedido hacia la pared, detrás de la Vespa, y buscaba con la mirada alguna forma de escapar, alguien a quién pedir ayuda.
- Nada- tirando la mochila con indiferencia- Dame las llaves- repitió con rabia.
Izuku agachó la cabeza, con lágrimas en los ojos.
- No podeís llevaros la Vespa. Es de Mirio.
- Me importa una mierda de quién sea- replicó el otro, acercándose a Izuku con la navaja en la mano- Te voy a rajar a base de bien como no me des las llaves ¿entendido?
Izuku quería morirse. Si se llevaban la Vespa, no le quedaría nada. Escondió la mano detrás de la espalda, decidido a pelear.
- No teneís derecho a llevárosla.
- Sujetálo.
En un segundo lo tenía encima; Izuku se puso a gritar con todas sus fuerzas. Lo zarandearon para apoderarse de las llaves, pero él estaba como loco y no paraba de lanzar patadas, arañazos y mordiscos a diestro y siniestro, sin prestar atención a la navaja. Aferraba las llaves con fuerza.
El que parecía el jefe le dio un puñetazo en la cara que lo mandó al suelo. Izuku perdió el equilibrio y cayó, golpeándose la cabeza y soltando las llaves. El otro chico se apoderó de ellas con rapidez, mientras el primero se montaba en la Vespa.
- Yo de vosotros no haría eso.
Se sobresaltaron al oír una voz a sus espaldas.
El tío que estaba subido a la moto agarró al vuelo las llaves que su compañero le había lanzado y se giró para ver quien era el entrometido.
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Die Together
Fanfiction¿Qué pasaría si el hijo de un juez se cruzara en el camino de un joven mafioso? ¿Y si se enamorasen a pesar de que su relación estuviese condenada desde el principio? Izuku y Katsuki se conocen en el instituto, ambos comparten una vida marcada por l...