18: Pequeño mundo.

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Denki llegó al instituto con Shoto. Iba sentado detrás de él en su ciclomotor, parecía la persona más enamorada del mundo. Izuku los observó, de pie junto a la verja, con los auriculares puestos, y pensó que su intuición no le había fallado. Hacían buena pareja.

Shoto frenó junto a la acera e Izuku le hizo un gesto de saludo, mientras bajaba un poco el volumen. Denki se apeó del scooter de un salto, y mochila en ristre, le estampó un beso en la mejilla al chico.

- Gracias por traerme. No sé cómo lo habría hecho hoy, con la Vespa averiada.

Él asintió, luego vio a Izuku y le sonrió.

- Creo que nosotros nos veremos está noche, mi padre ha implicado al tuyo en un experimento culinario.

- No veo la hora- bromeó Izuku alzando los ojos al cielo. A pesar de que estaba tenso y preocupado, pensó que con Shoto era mejor disimular, ya que parecía tener la molesta capacidad de adivinar todo lo que le pasaba por la cabeza.

Dejó que Denki lo tomara del brazo y se dirigieron juntos a la puerta del instituto. Pasaron junto a la moto de Katsuki e Izuku sonrió para sus adentros. Sabía que ya había entrado en clase pero no quería ir tan rápido a su encuentro. Calmarse escuchando música y reflexionar sobre los últimos acontecimientos le había parecido la opción más inteligente, sin que la presencia de Katsuki lo confundiese. Y también se había devanado los sesos para encontrar una solución a su problema: conseguir verse sin arriesgarse a que alguien que no aprobase su relación los pillara. Izuku no tenía nada de ingenuo y Katsuki tampoco. Ninguno de los dos podía permitirse la frivolidad de Shoto y Denki, en su mundo recto.

- Creo que antes o después lo conseguiré- le estaba diciendo Denki, mientras se quitaba uno de los auriculares- Me refiero a Shoto. Pronto dejará de pensar en ti.

- Créeme, no piensa en mí- replicó Izuku con fastidio.

- No hace falta que lo digas para consolarme. Está más claro que el agua. Y me ha hecho un montón de preguntas sobre ti camino al instituto.

- ¿Qué clase de preguntas?- preguntó Izuku preocupado. Esperaba que no tuvieran nada que ver con Katsuki; se preguntó, por un segundo, si el comisario Todoroki podría utilizar a su hijo en una investigación.

Denki se encogió de hombros.

- Me ha preguntado si te ves con un tal Katsuki Bakugo- respondió con ironía- y si lo conozco o sé algo sobre él.

Izuku tragó saliva, esforzándose por mantener la calma y no dejar que sus emociones lo traicionaran.

- No tiene derecho a meter las narices en mi vida. ¿Qué le has contestado?

- La verdad.

- ¿Qué verdad? ¿La de los rumores que circulan? Puede que le hayas contado el bulo del intento de violación.

- No, porque no quiero que Shoto te vea como a una víctima, de lo contrario se hará el héroe contigo y adiós a mis esperanzas- replicó Denki. Había una extraña determinación en su mirada, una sombra que Izuku no había visto nunca- Sé de que vais los chicos como tú. Os mantenéis al margen sólo para haceros los misteriosos. A los chico les encanta y, al final, aunque digáis que no os interesa ser el centro de atención, lo acabáis siendo.

- Escucha Denki, yo no soy así, detesto sentirme observado y no me interesa atraer la atención de los chicos, ni mucho menos.

- Por eso posaste en clase de Anatomía, nadie lo diría- respondió Denki, mordaz.

Izuku agachó la cabeza para ocultar su rostro. Volver a pensar en ese día, en la forma en que Katsuki y él se habían mirado durante todo el rato, lo hacía ruborizarse. Mientras subían las escaleras, sólo de pensar que él y que todo había cambiado entre ellos la noche anterior, se ponía nervioso, con el corazón a mil por hora y, al mismo tiempo, tan pesado como si se hubiese detenido.

Die TogetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora