Capítulo 12

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                    Capítulo dedicado a mi querida mejor amiga @shubb12, que es la persona más increíble que he conocido

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                    Capítulo dedicado a mi querida mejor amiga @shubb12, que es la persona más increíble que he conocido. Feliz cumpleaños linda (Ya es mayor de edad y le sigo yo en algunos días más :3) mereces muchas cosas maravillosas en tu día. Pensar que te conocí hace dos años y medio (más o menos) aquí en wattpad. (Ella me lee desde que comencé) y siempre me anima a seguir y a aspirar a ser mejor cada día. Tienes un alma preciosa, eres una chica maravillosa. Tengo muchísima suerte de tenerte en mi vida. Ojalá todos tuvieran una amiga como tú. PD: Perdón por no saludarte por whats pero no tengo móvil. (PD2: acá ya es pasado la medianoche y sé que allá faltan al menos alrededor de una-dos horas para las 00:00) rt: Feliz cumpleaños.




                                Me mordía el labio inferior en un intento por calmar lo que pasaba en mi cabeza. Mejor dicho, siendo totalmente sincera, lo que pensaba, lo que imaginaba, me provocaban un sin fin de sensaciones estimulantes sin la necesidad de que estas estuvieran pasando, de que las estaba viviendo. No era necesario. Mis fantasías sexuales con Aidan cada vez eran más vívidas, intensas Me llevaba al borde de la desesperación por hacerlas realidad, lo deseaba de una manera inefable. Solo moría por sentir su piel caliente y sudada contra la mía. Pero nada me provocaba mejor sensación de pensar, de saber que yo en él causaba un gran impacto de índole sexual. Pero no podía negar que la situación se me hacía algo... confusa. él no hacía nada más que quemarme con su mirada oscura.

Quería que él hiciese lo que encontraba de lo más excitante y deleitable conmigo. Pero la entrada a ese camino lujurioso lo hacía yo. Todo lo tentativo y carnal dependía de mí.

Él no me estaba seduciendo, no hacía nada más que mirarme deseoso, conteniéndose, reiteraba que eso era suficiente para tentarme. Admiraba esa capacidad que poseía, que era tan particular en él. Su lenguaje corporal me demostraba que era un hombre capaz de controlar sus impulsos. De controlar la situación tan atrayente de verme bailar de esa manera tan ardiente solo para él. Jugando con el tubo que para los hombres no era más que una fantasía de que era su sexo con lo que la mujer jugaba; con lo que yo jugaba para él.

Planeé para esa noche ponerme su camisa, para que el baile erótico tuviera mejor propósito, que tuviera una consecuencia placentera.

Aidan en aquel sofá oscuro y grande no parecía más que un esclavo de sus deseos, porque deseaba mirarme, lo quería, lo sabía.

Aidan hacía que me llenara de preguntas, preguntas cuyas respuesta solamente se podrían responder de manera experimental, en medio de un éxtasis de dos amantes que no anhelaban nada más que la unión de sus cuerpos, reclamando lo que creían que les pertenecía.

Porque yo creía que Aidan era para mí, que el destino lo puso aquella noche con un propósito, uno que fue decisión de él seguirlo, lo que llevo hasta ahí, lo que, mi pensamiento engreído, me hacía creer que sería la mejor experiencia de su vida.

Quiero que bailes para mí © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora