(16)

6.1K 454 39
                                    

1 de Julio de 2016.

Estoy en mi oficina arreglando papeles mientras mi madre me cuenta por vídeo llamada, las azañas de mi hermana. Me río mientras me cuenta que tuvo una muestra de baile y todo el tiempo se ponía adelante.

— Hermana e' tigre. — Suelto con orgullo.

Mi madre se ríe con ganas y entonces me doy cuenta de que la extraño mucho. Tengo que ir a visitar a mi familia.

— Hoy cuando le lleve el almuerzo a tu padre me dijo algo curioso. — Mamá me saca de mis pensamientos.

Levanto las cejas.

— ¿Que te dijo?

— Que el padre de tu novia, Ivanna, le pregunto cómo estabas y donde estabas.

Me quedo petrificado. Una puntada de angustia y nervios me da en el pecho. Me quedo callado y no se que decirle a mamá. Ella me observa con atención.

— ¿Y él que le dijo? — Pregunto con un hilo de voz.

— Tu padre es un hombre inteligente. Le dijo que estabas bien, que vivías con nosotros y que viajabas a ver a tu abuela seguido.

Carajo. Siento un momentáneo alivio al saber que mi padre mintió. Pero todo esto quiere decir una sola cosa. Ivanna sospecha de mí y mando a su padre a averiguar en donde estaba viviendo yo... Mierda. Mierda.

— Julián... ¿Puedes decirme porque los padres de Ivanna no saben que tú eres su novio?

Mi madre me mira por la video llamada. Le digo lo primero que se me viene a la mente.

— Los padres de ella no lo aprueban del todo.

Me mira indignada y yo tengo que correr la vista hacia otro lado. Mentiras de mierda.

— ¡Yo sabía que algo andaba mal entre ustedes dos! ¡No pueden ocultar una relación así!

Escucho a madre sermonearme sobre ocultar relaciones y salir a escondidas cuando en realidad estamos hablamos de una relación que ni siquiera existe. Es denigrante y triste a la vez. No puedo sentirme peor.

Hablamos un poco más y luego termino la llamada. Mi madre está molesta con lo que le acabo de decir. Si supiera lo que en realidad estoy haciendo, vendría ella misma a evitarlo. Pero no puedo pensar en eso ahora. En lo único que puedo pensar es que Ivanna está sospechando de mi... Eso significa, una sola cosa. Tengo que ir a buscarla lo antes posible.

                            ~•~

8 de Julio del 2016 (Una semana después)

Hoy es el día. Hoy será el primer día, del resto de mi vida. Hoy ella volverá a mi lado. Estoy en mi habitación preparando mi ropa. Son casi las 10 de la noche. Falta cada vez menos. Martín, Gastón y Abel se están preparando abajo.

Ya tenemos todo planeado. Cuando les conté que Ivanna estaba sospechando de mí, inmediatamente decidimos acelerar todo. No puedo seguir arriesgandome así. Me van a descubrir, me encerrarán y a mis amigos también, por ayudarme. No puedo permitirlo. Asi que no podemos dejar que siga pasando el tiempo.

Comienzo a vestirme mientras repaso el plan en mi cabeza. Iremos en mi camioneta y en el auto de Martín. Llegaremos a la madrugada. Entraremos al edificio, actuaremos normal aunque llevemos nuestras máscaras y nos mantendremos sin hacer ruido hasta llegar a la puerta de su departamento.

Me pongo mi polera negra y ya estoy vestido. Me miro al espejo. Borcegos negros, jean negro y polera negra. Un chico, rapado, con cara de malo y ojos azules me devuelve la mirada. Martín aparece en el umbral de la puerta, vestido casi igual que yo. Me volteo.

— Parezco un puto nazi.

Se ríe pero aún puedo notar que está nervioso y que no tiene ganas de reír.

— En especial tú. Incluso puedo decirte que si no te conociera me darías un poco de miedo. 

Me le quedo mirando esperando que sea una especie de chiste pero ninguno de los dos sonríe. Eso significa que como me veo, debo dar miedo.

— Deberías intentar cambiarlo. Puedo sonreír para Ivanna, sólo para que las cosas no se vean tan mal, pero si sigues con esa expresión de asesino en tu rostro... No creo que ella quiera acercarse a ti... 

Antes de que pueda decirle algo, ya esta bajando por las escaleras. Tiene razón, pero la realidad es que no se que hacer para cambiar como soy ahora. No sin ella.

                             ~•~

Llegó la hora. Son casi las 4 de la mañana. Estamos saliendo de mi casa. Abel va en mi camioneta con Gastón y yo voy junto con Martín en su auto. Repaso el resto del plan en mi cabeza. Una vez que estemos en la puerta del departamento, todo tiene que ser rápido. Abrimos la puerta y luego con pistolas en mano, entraremos en la habitación.

Gastón, dormirá con cloroformo a Julieta y Abel amenazara a Ivanna con que no grite o las mataremos a las dos. Martín pondrá una lona negra en su cabeza y luego la sacaremos hacia la calle. La subiré a mi camioneta y la dormiremos con cloroformo. Si todo sale bien... mañana por la mañana, Ivanna estará encadenada en mi sótano.

— ¿Estás listo socio? — Martín me saca de mis pensamientos.

Levanto la mirada y me doy cuenta que estamos llegando. Asiento y nos ponemos la máscara de Guy Fawkes. También llevamos guantes negros, por si pasa algo con las armas y así no habrá huellas.

Estamos entrando al complejo de departamentos. Todo va bien... Hasta que Abel frena mi camioneta rotundamente haciendo que las ruedas se arrastren y hagan un ruido de la puta madre. Miro para las ventanas del segundo piso. No veo movimiento pero ese sonido pudo despertar a cualquiera.

— ¡Mierda! — Grito con furia.

— ¡Tranquilo! ¡Apeguemonos al plan! — Me contesta mi mejor amigo con voz nerviosa.

Bajamos de los autos y puedo ver los ojos llenos de susto de Gastón. Abel ni siquiera puede mirarme. Cuando paso por su lado tengo mi arma en la mano y puedo notar su expresión corporal a la defensiva, como si estuvieran esperando que les pegue o tiro o algo así ¿Es por eso? ¡No voy a matarlos! ¡No llegué a ese límite de locura! 

— Tenemos que hacerlo rápido ¡Vamos!

Los cuatro, entramos al edificio a buscar a Ivanna.

Volver a verla. [2] (BILOGIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora