19. Contradictorio

622 88 2
                                    


Narra Andrés

―¿Qué mierda le pasa? ―mascullo molesto apretando los dientes―, ¿¡qué!? ―mascullo otra vez mientras camino por el pasillo, de vuelta a mi oficina.

Básicamente le estoy mostrando mi bandera blanca y ella me trata así. Pero que...

―¡Hey! Andrés ―Adrián viene hacia mí y por mi primera vez no estoy para charlas con él―, ¿te pasa algo? ―pregunta con bastante agudeza.

Yo le miro y repaso el comienzo de todo esto. Ella está aquí básicamente por él. No por mí. Realmente no quiero hablar con él porque estoy empezando a sentir cosas que no se me pasaron por la mente cuando me tuve que hacer a un lado para que saliera con Laura.

Niego con mi cabeza.

―No pasa nada ―respondo y me arreglo la corbata porque siento que me la apreté demás.

Él me mira no muy convencido y yo aclaro mi garganta. Camino rápido y él me sigue.

¡Aléjate, primo!

Su mano en mi hombro me detiene. Me giro hacia él.

―A mí no me engañas. Estás raro desde hace algunos días, ¿acaso sigues llevándotela mal con Cami? ―cuestiona y el escucharle mencionar como la llama me hace abrir los ojos.

Es él. No yo. Obvio no quiere nada conmigo. Solo tiramos bueno y nada más. Me digo para aterrizar.

―¿Ca-Cami? ―Es lo único que atino a decir con algo de recelo.

Reconozco que me ha molestado que le llame así con tanta confianza cuando yo estoy tratando de conseguir eso con ella. Pero literalmente acaba de sacarme.

―Sí, Cami, ¿por qué? ―reafirma para agrandar mi malestar.

―Por nada ―rebuzno con mal humor y doy la vuelta para entrar en mi oficina―, ¿vienes? ―le señalo irascible y él niega.

―Voy con Cami a su oficina para decidir la nueva paleta de colores del nuevo proyecto ―anuncia y no puedo evitar chasquear mi lengua.

―Bi-Bien ―digo como si ya fuera un tartamudo consagrado y me dispongo a cerrar la puerta.

―Oye ―Adrián me detiene. Le miro interrogante―, Lau y yo almorzaremos juntos, ¿quieres unirte? ―pregunta y yo le miro.

Porque me siento estúpido. Esa es la verdad que hay. Ella no tiene ninguna posibilidad con él y lo cierto es que en medio de mi bronca ahora me alegra ―mucho― que él vaya a almorzar con su novia y no con Camila.

Laura es su novia... y supongo que, el hecho de que me suene tan natural es porque yo ya he dejado de fantasear con ese imposible y ya no me hace mella; pero Camila....

―Tranquilo, vayan ustedes. Tal vez invite. ―De nuevo―, a Camila.

Si, me estoy suicidando frente a mi primo con esas palabras; pero, quizás es solo que a ella le falta superarlo también.

―Oh, vaya, genial. Eso quiere decir que estás poniendo de tu parte con ella ―dice animado y yo agradezco que tenga un buen corazón y no haya notado mi humor de perros anterior.

Y buen, en realidad, he hecho más que eso con ella pienso mientras le miro y me regodeo en ello. Aunque hoy parece como si hubiéramos empezado de cero otra vez, como si volviéramos a esa primera entrevista. Pero debo calmarme quizás puede que esté en sus días. Eso debe ser. Pero no sé, esa mujer ahora me vuelve loco porque ni siquiera se está dando cuenta que intento que esto deje de ser como se... ve. Estuvo mal pedirle que fuéramos eso; pero al final es como utilizar un recurso que como veo puede no ser el correcto.

¡Ay Camila!

Adrián me mira ladeando su cara, obvio debe creer que estoy algo loco, y con este enredo en mi cabeza puede que sea así. Él menea su cabeza risueño y se marcha y yo solo pienso en que no voy a dejarme amedrentar por el mal humor de Camila. No cuando siento que me gusta más de lo que... creía.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Y aquí continuamos con los nuevos capítulos.

Gracias por leer!!

Latte amor✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora