"5 días, sólo necesito cinco días para enamorarle" Me digo a mi misma antes de mirarme al espejo por última vez, abro la puerta y camino hacia clase. Queda una semana antes de las vacaciones de verano, último año. Sólo espero que el verano pase rápido, no me imagino cómo será ir la universidad.
Mientras camino me siento rara, yo no suelo llevar este tipo se ropa, yo no soy punk, pero esta semana no vestiré de otra manera.
Yo solía ser una niña buena, de una lujosa familia, yo siempre llevaba camisas y faldas largas, pero ya no soy así. Mi cambio de look se debe al dichoso Harry Styles, del que llevo enamorada dos cursos.
Entro por la puerta del instituto y todo es igual que los demás días, ¿por qué iba a ser diferente? La gente habla animadamente, sacan las cosas de la taquilla, a mi izquierda hay un par de chicos corriendo por los pasillos, y cuando estoy llegando a mi taquilla, lo veo.
Ahí estaba Harry, apoyado en la pared con sus amigos alrededor. Intercambiamos miradas, y desde lo lejos veo como me mira de arriba abajo, escaneando cada parte de mi cuerpo.
Creo que ha notado el cambio.
Sonrío triunfante y me vuelvo para sacar los libros. Primera hora de la mañana, biología, ¿por qué tiene que ser tan aburrida esta clase?
Me siento al final, en eso consiste mi plan. Siempre he sido la más estudiosa, la mejor de la clase, pero esta semana tengo que romper todos mis esquemas. No puede ser tan difícil, me animo a mí misma.
Una chica punk no se sentaría en la primera fila como yo suelo hacer.
Entran 3 chicos en la clase y después de ellos, el profesor. Le echo una ojeada a los chicos y enseguida me doy cuenta. Tatuajes, piercings y cómo no, pitillos negros. Estúpidos amigos de Harry.
Dos años viéndoles vestir así y todavía no entiendo esa especie de club de los súper pitillos negros, está claro que hay alguna conspiración secreta entre todos los chicos con tatuajes.
La hora pasa más rápido de lo que había pensado. La siguiente es literatura. Cuando entro Harry está sentado encima de una mesa al final de la clase y tiene los pies en la silla.
Al lado suya está Rose, con su pelo rubio teñido y la falda más corta que he visto en toda mi vida, juraría que si fuera 1 centímetro más corta se le vería el alma. Tenía entre los dedos un mechón de su llamativo pelo rubio y jugaba con él. Desde aquí escuchaba su odiosa voz hablando con Harry.
Claro, ella estaba intentando ligar con él.
Camino hacia mi asiento al final de la clase y paso por al lado de Harry, él se está bajando de la mesa y se queda mirándome con el ceño fruncido hasta que llego a mi silla y por fin aparta la mirada.
El Sr. Dutton nos manda leer Orgullo y Prejuicio y le agradezco mentalmente por mandar ese libro ya que me lo habré leído alrededor de 20 veces.
Es la hora del descanso y camino hacia el comedor. Mientras atravieso el pasillo, escucho a alguien andando. Siento presión en la muñeca y me doy cuenta que alguien me agarra. Sus grandes manos están heladas. Harry.
Estoy pegada a la pared del pasillo con él delante de mí, impidiéndome el paso, estamos a centímetros. Siempre había soñado con este momento, pero en cuanto abre la boca me doy cuenta de que no era como yo lo había imaginado.
-¿Qué estás tramando?- dice, y está tan cerca de mí que noto su respiración en mi cuello.
-¿A qué te refieres?- Sé perfectamente lo que intenta decir, pero quiero que esas palabras salgan de su boca.
