Capítulo 7

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Ella pensaba que nadie la había visto. Estaba equivocada.

Yo pensaba que ella seguía siendo mi pequeña acosadora. Estaba equivocado.

Escucho como Rose se queja a mi lado, como no voy a escucharlo, si su voz retumba en todo el mundo. Los demás se giran a verla pero enseguida siguen con lo suyo cuando se dan cuenta de quién es. Solo su amiga se queda con ella, la tía esa que es demasiado caliente. Ni siquiera sé su nombre, pero disfruté mucho cogiéndomela.

Me uno al grupo de los que no le importa lo que le pase a Rose y me suelto de su agarre. Veo a Clary al final del pasillo, y doy grandes zancadas hacia ella.

-H-hola- dice antes de que yo haya llegado a su lado, con la voz cortada y nerviosa. Parece que sí puedo conseguir ponerla nerviosa todavía, me alivia saber que alguna parte de ella sigue sintiendo algo por mí. O eso parece.

Cuando estoy junto a ella no sé quién está más nervioso de los dos, pero si sé quién lo oculta mejor. La cara de Clary parece haber drenado todo el color de su cara, dejándola en un tono más pálido de lo que acostumbra.

No sé cómo ni cuándo pasa, pero en el tiempo que tardo en cerrar los ojos en el movimiento involuntario del pestañear, ella ha desaparecido, dejando solo un espacio vacío en su lugar y su dulce aroma.

Tampoco consigo aclararme respecto al momento en el que decido seguirla, pero aquí estoy, en el patio justo detrás de ella mientras pronuncio su nombre. Siento como ella se estremece de la sorpresa, dándome cuenta de cómo no esperaba mi presencia y girándose para enfrentarme, otra vez.

Cuando veo su cara de nuevo, parece haber recobrado el color que antes había perdido y ella parece mucho más tranquila. Empiezo a pensar que ella quiere hacerse la dura otra vez, que quiere que olvide el momento de vulnerabilidad de antes, que me va a tratar como si yo no le importara.

Pero yo también puedo jugar a ese juego. Veamos quién gana.

-¿Qué quieres?- acusa ella, con el mismo tono con el que yo le hablaría a ella, si siguiera siendo mi pequeña acosadora, cosa que 1. Ya no es. Y 2. Nunca lo volverá a ser porque 3. Cuando acabe el curso no volveré a verla nunca más.

-No es muy de señoritas ir dando patadas a las demás chicas que haya alrededor solo porque están con el tío que te gusta- respondo, echándole en cara su acto e intentando molestarla. En cuanto ella analiza las palabras que acaban de salir de mi boca, abre los ojos de la sorpresa. Oh, claro que no se esperaba que alguien la hubiera visto. Y mucho menos yo.

La expresión de sorpresa se transforma en una de vergüenza, y noto como intenta esconder el color de sus mejillas cuando tose para ajustarse la voz y dice “No me gustas

-Oh, claro que te gusto, Clarissa- chasqueo rápidamente, dejándola a ella callada por un segundo pero enseguida se recupera y veo como levanta las cejas suavemente y cocina una sonrisa malvada.

-¿No te dije que no me llamaras así?- pregunta ella, con un tono que no había escuchado antes, como diciendo las palabras uno por una con voz grave. Sonaba mal.

5 DAYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora