Algunas veces hay que dejarla ganar, porque perder el argumento es mejor que perderla a ella.
“Vámonos” suspiro, y ella aplaude.
-Espera, ¿adónde vamos?- La curiosidad está presente en su voz y me gusta.
-No sé…¿adónde se suele ir en las primeras citas…?- Me rasco la nuca, entre avergonzado y entre nerviosos y ella salta en su asiento por la sorpresa. Me mira, con sus mejillas de un tono más rojizo que el normal y me siento extraño.
No sé cómo he acabado así. Tampoco sé cómo empezó.
Lo único que inunda mis recuerdos es una chica con los pantalones rasgados y un top cubriendo su pecho entrando por las puertas del instituto, con una sonrisa victoriosa que adorna su cara, con los ojos brillando tanto como siempre y que conectan con los míos inesperadamente.
Ella me encuentra a mí mismo examinando su cuerpo de arriba abajo y ahí es cuando creo que empieza la jodida semana que cambia todo hasta este puto viernes. En el que he decidido dejar la fiesta de mi vida para venir a por la chica que ha sido siempre mía, que ha llevado enamorada de mí años hasta que decidió cambiar de ropita y de actitud, y dejó su amor hacia mí atrás, igual que su otro yo. Y se convirtió en Clary.
Pero ahora Clary no muestra interés en mí y prefiere estar con otros, como el capullo de la playa.
¿No dicen que no se quiere una cosa hasta que la pierdes? Bien, creo que me ha pasado.
-A la bolera, al cine, a cenar…Eso se suele hacer-
-¿Y dónde quieres ir tú?- interpelo. Y ella me muestra una grandísima sonrisa que hace que necesite gafas de lo deslumbrante que es, me siento feliz.
-Bueno, quiero ir a la bolera, al cine, a cenar….- Tiene las manos fijas en el volante, y creo que este es el momento en el que me pongo nervioso y le cojo la mano. Inevitablemente.
-No tenemos tanto tiempo pero primero decídete- me río por si ilusión.
-Yo creo que sí que tenemos tiempo. He vivido mi vida organizada y haciendo muchos planes y te asombrarías la de cosas que se pueden hacer en una sola tarde. Ya me has llevado a comer y a tomarme un helado, así que nos queda la bolera y el cine. Oh,¡ y podemos ir a cortarnos el pelo! Eso en realidad no se hace en las primeras citas… ni en las citas en general, pero podríamos empezar una nueva moda…¡Córtate el pelo en pareja, y con tu pareja!- Ella entona la última frase con voz de vendedora y me río entre dientes.
-Tranquila, respira, tranquila. No hables tan rápido- Se ríe avergonzada. –Y vale, me has convencido, vamos a hacer todo eso en….no sé cuantas horas. Pero la noche es joven, e igual somos nosotros.-
Clary da un gritito de alegría y yo la observo desde mi sitio, viendo como sus ojos forman un par de arrugas cuando sonríe tanto o como arruga la nariz cuando está nerviosa.
[…]
PRIMERA PARADA: BOLERA.
