-¿Qué te crees que haces?- Amenaza mi padre. Harry sale corriendo y deja la puerta abierta, y un segundo después, a lo lejos, se escucha: “ESO NO ERA PARTE DE LA OBRA “
Yo suspiro, negando con la cabeza a la vez que mi padre pone sus ojos en mí y dice: “No me gusta ese chico”
Una sonrisa se forma en mi cara y respondo “A mí tampoco”
-A mi sí- dice mi madre, sorprendiéndonos a ambos, y se encoge de hombros como quitándole importancia. Los dos la miramos atentamente –En mi época, eso se llamaba amor- añade ella para reforzar su argumento.
-Pues en la mía eso era ser un agresor- Responde mi padre a la defensiva.
-Te recuerdo que somos de la misma época, cariño- dice ella. –Además, las mujeres entendemos de esto, ¿no es verdad, Clary?- me guiña el ojo y yo no entiendo del todo lo que intenta decirme.
-¿Lo es?- musito, un poco perdida. Y escucho a mi padre murmurar “Por supuesto, las mujeres siempre lo sabéis todo”
Mi madre y yo lo ignoramos, pero después ella aclara: “Lo que quiero decir es que, por dios, incluso un ciego bajo tierra se daría cuenta de la manera en la..- es interrumpida por mi padre, que dice –Ni se te ocurra decir de la manera en la que ellos dos se miran, te lo prohíbo- avisa él.
-La verdad es que eso es muy cursi y no pensaba decirlo, pero atrévete a interrumpirme otra vez y no habrá sofá en el que puedas dormir esta noche- amenaza mi madre divertida. –De la manera en la que él está vestido y de la manera en la que también nuestra hija va vestida últimamente- yo me estremezco. –No hace falta ser un genio para adivinar que este es el chico por el que Clary suspira- termina ella. Y esboza una pequeña sonrisita en mi dirección.
Yo me sorprendo por su inesperada, pero totalmente cierta teoría, y me avergüenzo. Espero que no sea tan obvio para los demás como para ella. Pero le aplaudo mentalmente por su agudeza.
-Claro que no. A Clary no le puede gustar ese- dice la última palabra con un poco de asco y yo niego con la cabeza y cabizbaja digo “Por desgracia, sí”
E intercambiamos una mirada que parece ser medio divertida medio decepcionante.
-Oye, si a vosotros no os gusta me lo quedo para mí, que me encanta- Dice mi madre, y levanta el brazo como pidiéndose a Harry, diciendo “Para mí” Y mi padre y yo nos reímos entre dientes.
-O sea, ¿lo habéis visto? Ojalá tuviera veinte añitos más- Musita ella, con una gran sonrisa en la cara y ya no podemos saber si está bromeando o no, porque mi madre siempre ha sido muy asalta cunas.
-Oh Clary , ese chico no va a volver más a casa. Me está haciendo una gran competencia- musita mi padre. –Y lo peor, que no solo con mi hija…- suspira y señala a mi madre descaradamente.
Ella le mira con los ojos muy brillantes y ya me conozco esa mirada. Presiento que es el momento de irme. Y estoy en lo cierto cuando ella se aproxima a mi padre y le da muchos besos.
-VALE. LO HE ENTENDIDO. CLARY SE VA- aviso con el tono de voz alto mientras subo las escaleras dando saltitos cada dos escalones.