Capítulo 9.

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La respuesta picó en su lengua, queriendo escaparse de sus labios, pero se tragó la vergüenza junto a la frase y mordió sus labios, quedándose en silencio.

"Y tú te ves igual de ángel

Pero sonaría gay, más gay de lo que sus pensamientos estaban siendo últimamente y quería guardarse un poco de dignidad.  

Entonces se limitó a suspirar hondo y mirar al cielo, preguntándose cuáles habían sido los grandes motivos para hacer esa película, porque ahora los había olvidado y no quería estar ahí, soportando todo, estando hasta la cabeza de problemas y preocupado por lo que podía pasar si él no se apuraba para las últimas cosas antes de que Turner llegara. 

—¿Te piensas quedar ahí todo el día, estrella?

Louis se encontraba ya abriendo la puerta de conductor. 

Le dio la vuelta a la camioneta y tras abrir la puerta, subió al gran vehículo. En cuanto Louis encendió la camioneta, con un fuerte rugido, el sistema eléctrico estuvo conectado y las luces de los tableros estuvieron prendidas, con su brillo opacado por la luz del sol. Un aire caliente comenzó a salir por las rendijas del frente suyo y también sintió el aire caliente subir por sus piernas. 

La calefacción había estado prendida antes de apagar el auto. Harry el echó un rápido vistazo a Louis, ahora viendo con más exactitud la mancha entre morada y roja en su cuello. Louis hizo una cara rara, arrugando la nariz y apagó la calefacción. 

—Así que... ¿me sacaste del bar y...?

La boca de Louis se torció hacia un lado, las manos apretaron el volante un poco más fuerte y comenzó a conducir hacia la casa del rizado. Se limitó a mirar el camino, sin darle ni una mirada de vuelta a los ojos verdes observándolo. 

—¿No recuerdas nada?— la pregunta vino acompañada de una mirada rápida, vio la vergüenza cruzarle el rostro por un momento al ver que lo miraba, para luego correr la mirada rápidamente. 

Harry negó al instante. —Absolutamente nada. —con espacios entre palabras y esa lentitud al hablar tan característica suya. —Pero puedo suponer que me diste una paliza.

La mirada del ojiazul volvió al rizado, el ceño fruncido y una perfecta expresión de confusión. 

—¿De qué estás hablando?—Harry señaló a su boca, justo donde la sangre seca hacía un notable cambio de color en sus labios. 

La vista de Louis volvió al camino (ya estaban cerca de llegar), sus dedos empezaron a tambalearse en el volante, golpeándolo con la yema de sus dedos y su expresión: la boca ligeramente abierta, las cejas arriba, eran la cereza del postre, dándole por entendido a Harry que Louis estaba nervioso.

—Eh... te mordiste. Qui-quisiste saltar y no te salió entonces de alguna manera, te-te mordiste.—Y mentía, Louis estaba mintiendo y Harry lo conocía lo suficiente para saberlo. Se sentía confundido acerca de cómo había lastimado su labio, creyendo desde un principio haber recibido un golpe de Louis, que éste mismo se lo negara era raro y, la explicación que le dio no tenía sentido. Además, que podía leer perfectamente en las acciones de Louis, que estaba mintiendo. Así que pensó "¿Por qué no quiere decirme que me golpeó y listo?" porque no había otra explicación.

Entonces sólo fingió creerle y asintió. No se dijo más, estaban en la esquina y ya podía ver su casa. 

El silencio entre ambos era inundado por el ruido del motor y los neumáticos pisando el camino cuando la camioneta estuvo estacionada frente a la gran casa blanca. 

Harry abrió la puerta y sacó una pierna, que quedó colgando al quedarse él congelado, mirando hacia delante. 

—¿Quién te hizo ese chupetón?— las miradas se conectaron y Louis parecía aún más nervioso y sorprendido que antes. 

El documental de Harry Styles. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora