Capítulo 23.

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—¿Qué dices?

Harry habló, o balbuceó mejor dicho, nuevamente y Louis seguía sin entenderle y reía por eso.

La primera reacción ante Harry provocándolo tan directamente expresando sus deseos de "ser arrestado" con un muy claro doble sentido fue, en realidad, muy esperada con respecto a lo que Louis haría.

Lo agarró con una mano del rostro: el pulgar de un lado haciendo presión y el resto de los dedos del otro lado de la boca. Apretándolo para que no hable y Harry murmuraba algo ansiosamente pero era claramente inentendible por las manos hundiendo sus mejillas y haciendo los labios sobresalir. 

—Pareces un pez. 

Harry puso esos ojitos que por favor deje de bromear y Louis soltó el rostro del rizado, sonriendo.

—Y me gustaría ser pescado, señor pescador. —y un guiño.

Louis rodó los ojos y empujó a Harry, casualmente, en la dirección a su habitación. El rizado casi cae al no ser por las manos de Louis tomándolo de un brazo hacia él. Si caía, esa carita con hoyuelos sería un desastre porque no tenía sus manos disponibles para salvar el rostro del impacto a la caída. 

—Me sigues provocando, porquería. ¿Sabías que es delito faltarle el respeto a un policía?

Harry le dio la espalda y comenzó a caminar directo a la habitación, riéndose sin ser muy ruidoso.

—¿Escapándote de la justicia? Ya verás.

Otra vez se encontraban corriéndose el uno al otro en su casa, como los idiotas enamorados que eran subieron por las escaleras y en cuanto entraron a la habitación, Louis apuró aún más el paso y volteó a Harry sobre la cama matrimonial.

—No llame a mis padres por favor, señor. —Ambas manos juntándose en frente suyo fingiendo una súplica. Sus muñecas aún esposadas hicieron torpe el momento en que Louis se tiró encima y quedaron atrapadas entre ambos cuerpos. 

Louis se quejó sólo un poco, sólo hasta que Harry bajó sus muñecas esposadas de su pecho a dejar los brazos completamente estirados. 

Justo donde pretendía tener las manos. En la bragueta de Louis.

Louis sin darle importancia a la presión debajo de su pantalón, presionó la cara de Harry nuevamente, apretando sus mejillas.

—Usted tiene derecho a permanecer en silencio. —Harry comenzó a reír, haciendo casi imposible la seriedad en Louis. Sin embargo, hizo su mejor esfuerzo y siguió. —Cualquier cosa que diga podrá ser usada en su contra ante un tribunal.

Hizo más presión aún con sus manos y Harry se quejó, aún sus ojos sonriendo. 

Bajó su rostro y miró fijamente al rizado, y dirigió la mirada a los rojos labios. Su rostro se hizo hacia un lado, anticipando lo planeado.

—Tu boca así parece tan sucia, los labios todos rojos y mojados. Dios mío.

Relamió sus labios y entre abriéndolos un poco, sin quitar su mano del agarre en el rostro de Harry, acarició el sobresaliente labio inferior de Harry. 

Con todas sus fuerzas luchó por no soltar el rostro y besarlo desesperadamente y se separó muy despacio. Los labios separándose al mismo tiempo que las corrientes eléctricas viajaban por todo su cuerpo.

Harry ahora tenía el cuerpo débil y parecía debilitado. Sus párpados caídos y ni un músculo ejerciendo fuerza. 

Aprovechó el momento para no hacer tanta presión en el bello rostro y aún así obtener los labios exageradamente hacia afuera. Otra vez dobló su rostro para que sus narices no estorbaran y lamió el labio superior ahora, tomándose un tiempo pasando su lengua por éste. 

El documental de Harry Styles. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora