Al despertar, Harry sintió un dolor general en el cuerpo. Empezaba con fuertes punzadas en su cabeza, luego el ardor de la acidez en su estómago y luego un dolor intenso en su espalda.
Cuando estuvo lo suficientemente lúcido para abrir sus ojos vio el techo a sólo centímetros de él, de un tapizado gris, tipo alfombra. Eso definitivamente no era el techo de su habitación ni ninguna parte de ésta. Ni siquiera parecía un techo de casa. Entonces se removió en lo que antes de abrir creyó una cama, pero resultaba muy duro e incómodo para serlo.
Comprobó que estaba dentro de un automóvil al instante, cuando se movió de más y cayó del asiento trasero, chocando su cara contra el asiento delantero, el del conductor.
Entre asustado y confundido se levantó y se sentó, dándose cuenta de que estaba en el descampado, dentro de una camioneta que él realmente no conocía y completamente solo. Todo al rededor resaltaba por la luz del sol, el verde del pasto y los árboles parecía más vivo y no había más que árboles y tierra a su al rededor.
Pensando una y otra vez sólo llegaba a la primera parte de la noche:
—¿Tomamos algo, Styles?
Harry para ese entonces, con tres vasos de whisky encima y el todavía rastro del llanto en sus ojos algo rojos, estuvo dispuesto a aceptar compartir una mesa con quienes solían ser sus mejores amigos, como si nada hubiese pasado, como si él no los hubiese abandonado por su propio sueño. Sólo podía mirar la forma en que Louis hablaba con Elie, ignorándolo totalmente cuando estuvieron todos sentados en una mesa.
Lo conocía, tan bien como se conocía a él mismo, y sabía más perfectamente que Louis estaba actuando, buscando excusas para ignorarlo, hacerlo sentirse más culpable.
Liam comenzó a preguntarle cosas de la ciudad, sobre qué se sentía la fama y de qué pensaba hacer cuando todo terminara. Se ponía algo incómodo pero el alcohol ayudaba a ignorar eso y su mirada puesta en Louis todo el tiempo, lo ayudó a responder secamente, porque sólo podía pensar en Louis peinándose cada rato, consciente de la verde mirada insistente.
Liam dejó de intentar una charla coherente cuando el rizado iba su segunda cerveza, porque le primer nivel de ebriedad de Harry se trataba de estar risueño, entonces Niall decía algo, cualquier cosa y él largaba esos grititos/carcajadas suyos y reía tapándose la boca. Ahí fue cuando se ganó la mirada de Louis, queriendo reírse por su estado pero manteniendo la compostura por orgullo.
Una cerveza más y Harry se puso coqueto. Además del haberse acercado un poco más a Liam, pierna con pierna, brazo con brazo; comenzó a tirarle sonrisitas y miradas al resto en la mesa. Elie lo miraba primero con asco pero sin aguantarse la risa, Niall carcajeaba todo el tiempo y Louis estaba serio, muy serio y cuando Harry le miraba a los ojos, corría la mirada tensado la mandíbula.
Se quejó sonoramente, sabiendo la respuesta a lo que venía luego.
Porque cuando estaba en coqueto y seguía tomando, venía el Harry tonto y orgulloso, que decía todo lo que pensaba sin filtro alguno. Largando mierdas a todos y todas. Y de sólo pensar un poco más, con los codos apoyados en sus rodillas y la cara enterrada en sus manos, pudo ver lo que había pasado, como si una película se reprodujera en su mente. Esa película del protagonista siendo un imbécil y al que todos terminan odiando. O quizá siendo el malo de la película:
—Elie, deberías llevarlo a su casa. —La insistencia de Louis venía acompañada de una expresión real de preocupación y precaución por lo que Harry podía hacer. Entonces allí el rizado abrió los ojos bien grandes y se paró, caminado hasta detrás de la silla de Louis.
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El documental de Harry Styles. [Larry Stylinson]
FanficEl famoso Harry Styles estará liado en su propia red de mentiras al firmar el contrato de su propia película. Él deberá reencontrarse con viejas amistades, enemistades y amores. Entre ellos, Louis Tomlinson, su ex-mejor amigo; que esconde y también...