El documental de Harry Styles. [Larry Stylinson]

Capítulo 10.

La fuerte y gran mano de Liam fue ofrecida para ayudarlo a levantarse, él la tomó, consciente de que la sonrisa juguetona del castaño se debía a su fuerte sonrojo y se paró, justo al momento en que Elie prendía la luz.

—Elie— su voz salió muy ronca, a lo que aclaró su garganta para hablar suave y lograr su cometido:— Nos robaron. Un descuido mío y... perdón. 

Y de pronto el rostro de Elie pareció volver al de la chica que entendía sus problemas, que lo reconfortaba cuando peleaba con Louis, cuando estaba enojado y avergonzado de sus padres. Alzó las cejas, juntándolas y su boca se formó en un inicio de puchero. Ella comenzó a caminar hacia él, se imaginó a sí mismo con la más grande cara de bebé llorón y se quedó quietito esperando que Elie lo abrace y le diga que no pasaba nada. 

Porque así había sido ella en toda la relación. Era más como una madre de su misma edad, comprendiéndolo y animándolo en feos momentos. 

—Ow, Harry.— Se sintió todo un niño con los brazos de Elie envolviéndolo y recargó su cabeza en el hombro de la chica. —No pasa nada, tranquilo.

—Es que desde que llegué todo me sale mal, y, Dios, estoy confundido—la chica comenzó a frotar su espalda lentamente y Harry dejó de hacerse el muy fuerte. Comenzó a sollozar casi al instante que las primeras lágrimas cayeron. 

—No, chiquito, no me llores— otra mano fue a parar en su espalda y por obviedad era Liam. La castaña estaba utilizando su tono dulce, para calmarlo. —Ya está, en serio no pasa nada.

—Pero mírame, Elie— se separó de ella y se señaló a sí mismo. —Estoy desnudo y robaron todas mis cosas. ¿Qué más puede salir mal?

Alguien golpeó la puerta y Liam la abrió, revelando a James Turner. Harry corrió a la puerta y la cerró de golpe, oyendo la queja del hombre detrás de ésta. Casi comienza a sollozar de nuevo, perdiendo el control. 

Elie se acercó a Harry, que se apoyaba a la puerta, en busca de apoyo, quizá, o evitando que se abra. —¿Quién es ese?— apenas susurró. Harry le respondió de la misma manera:

—James Turner, el que va a grabar todo esto de mi película, Dios, no puedo estar ahora mismo susurrando luego de cerrarle la puerta en la cara ¡estando desnudo!. Él puede acabar con mi carrera en tan sólo un abrir y cerrar de ojos. 

Elie tomó su cara entre sus manos y lo hizo mirarla. —Vamos a mi habitación, tengo algo de ropa que te puede servir y-

—No, ¡Elie! él seguro ya tiene a sus cámaras prendidas y si abro la puerta con alguno de tus vestidos lo podrá en la película, ¡eso no va a servir!

Elie rodó los ojos y lo tomó del brazo. Harry estaba como un niño y además muy perdido y desconsolado para oponerse a la chica que lo arrastraba escaleras arriba. Una vez no se vieron, pudo escuchar a Liam abrir la puerta y saludar a quien estaba fuera.

Elie abrió la puerta de su cuarto y de un empujón sin mucho cuidado metió al rizado allí dentro. Comenzó a buscar algo en su armario y al cabo de unos segundos masculló un "Aquí están" acercándose a Harry. Él levantó la vista y vio en manos de la chica un montoncito de ropa apilada. Le hizo una seña para que se sentara y sin rechistar le hizo caso, para luego colocarle la pila de ropa en su regazo. Elie sacó la primera prenda y la estiró en el aire delante de él.

Era una camisa, de esas que él solía usar, a cuadros (rojos, negros y grises). Dejó la camisa en la cama y alzó otra prenda: una remera negra, sin estampados ni nada, con cuello redondo. Luego un jean, éste era gris y de seguro le quedaría algo grande pero serviría igual. 

Harry, sorprendido por la ropa, abrió la boca para cuestionar pero Elie se le adelantó. 

—Después te explico.

Y le tiró el bóxer que había agarrado luego del pantalón, en la cara. 

Lo primero que oyó al bajar las escaleras fue a James silbar vulgarmente:

 —Parece que necesitabas acción urgente con la chica.

 —Soy su prima lejana, qué asco. —Elie respondió con cara de disgusto. 

Esto sería duro.

—Da igual, empecemos. 

*  

Harry entra caminando a la sala, ésta ya está limpia y, aunque sin cosas, se mantiene presentable. Pretende naturalidad y luce más presumido de lo necesario. Al lado del camarógrafo hay un asistente con un cartel "Habla sobre volver a casa". Harry lee y habla por su cuenta. 

—La comodidad y tranquilidad que siento en ésta casa, mí casa, es... indescriptible. Tantos recuerdos...— mira a todos lados, sonriendo. Él realmente no vivió una mierda en esa casa y las clases de actuación están sirviendo demasiado ahora mismo. 

 —Siempre trato de tomarme algunos días, a pesar del tour, escribir, grabar, las entrevistas, sólo para poder volver aquí, a mis hermosas raíces y respirar un poco el limpio aire del campo. 

Él abre la puerta de la casa y sale, la cámara siguiéndolo de cerca. Mira hacia la calle de tierra, se ve el campo y todo el verde. 

—Simplemente, bello.

Mira hacia atrás, detrás de uno de los arbustos en la entrada hay un perro defecando. Mira a la cámara, sonríe falso.

*

James dice que quiere grabar una última escena por el día, Harry pide permiso un instante para ir a tomar algo a la cocina y una cámara lo sigue, realmente Turner quiere irse al hotel para emborracharse un poco. 

Harry camina hasta la heladera, mira en ella qué puede tomar y sólo encuentra agua y leche. Toma el envase de cartón en la que ésta se encuentra y bebe un poco. 

—¿En serio estás grabando esto?

El hombre que mantiene la cámara en alto asiente, con cara de morir de aburrimiento. 

Da otro último trago y la puerta de la cocina se abre, haciendo que el camarógrafo se dé vuelta a grabar.

—Mmm, al niño le gusta tomar la leche desde su envase,—Harry deja torpemente el cartón de leche en la mesada de mármol y lucha contra no ahogarse ante el trago. Zayn Malik, su mejor amigo, mira divertido desde el marco de la puerta y el hombre de la cámara está riendo, grabando todo desde un ángulo distinto, para mostrar cómo Harry mira con ganas de matar al moreno recién llegado a Aveley. 

Y Harry no supo decidir si la estadía de Zayn allí sería de ayuda o para hundirlo aún más, haciéndolo más miserable de lo que ya era.