Me Enamore De Mi...Hermana?! (§)

Capitulo ~32~

Narra Megan.

Son serca de las 10 de la noche y no se nada de Allison, rechaza todas mis llamadas, tratare la ultima vez. Comenzó a sonar, hasta que alguien respondió.

-Ally?!

-Soy Peter el papá de Allison.

-Quisiera hablar con ally.

-No se podrá, lo siento y si pudieras no vuelvas a llamarla.

-Pero.

-No entendio? Ustedes son hermanas. Y ella no quiere verte, no trates de llamarla denuevo porque yo tendré su celular de ahora en adelante y muy pronto dejarás de verla, hasta nunca.

Luego de eso cortó, no pude decir nada más, algo me dice que esto anda mal porque nos dicen esto ahora. No entiendo.

-Megan. -Mama estaba en la puerta.

-Que quieres?

-Quiero hablar.

-Hablar? Ahora quieres hablar?

-Hija...

-Hija Nada. Me cagaste mi felicidad, si sabías que somos "Hermanas" porque no me lo dijiste cuando apenas la conociste.

-No lo se hija, no pensé que llegarían a esto.

-No sabías? Y no te lo imaginaste ningún poquito? Nunca entraste nada extraño en la gran cercanía que teníamos?

-Puedes dejar de Tratarme así.

-No mamá te odio...Ahora mismo, Te O-D-I-O.

-Bien así quieres las cosas. Haz una maleta.

-Que? De que me habla ahora?

-Te irás a un internado.

-A un internado?? Te volviste loca.

-Tu eres la loca hija estas enamorada de tu hermana, entiendes de tu hermana!

-Me niego a ir.

-No tienes elección.

Me dirigía a un internado de señoritas, Con monjas, odio las monjas, no puedo creer que mamá me esté obligando a esto. No tiene ni un puto sentido.

-Ya llegamos Megan.

-wuju...

-Vamos este lugar no es tan malo, yo pase un tiempo aquí junto con Mar-

-Con quien?

-Con nadie hija. Vamos a la recepción.

-Mamá y si mejor vamos a casa? No entiendes que este lugar no es para mi. Mira a tu alrededor, está lleno de mujeres, MUJERES!

-Perfecto!

-De que me hablas?!

-Tienes que olvidarte de Allison es tu hermana.

-Yo solo la amaré a ella me tendrás aquí años y seguiré amandola solo a ella.

-Estas segura?

-Claro que sí.

-Y si te digo que fue ella quien me dio la idea?

-No te creo.

-Es la verdad, dijo que no quería saber más de ti y que era mejor que te fuera a dejar a un internado, ella tambien lo hará, para limpiarse todo lo asqueroso que hicieron.

Mi corazón se hizo mil pedazos no podía creer lo que oía...Porque Allison, después de todo. Porque.

-Hanna, que milagro tenerla por acá, viene a dejar a su hija- Le hablo una monja de unos 70 años a Mamá.

-Si espero que me ayuden.

-Mientras no sea como tú Hanna, yo creo que es posible.

-De que esta hablando Mamá?

-De nada hija de nada...

Mamá se despidió y una monja me acompañó hasta la habitación, me pidió que me cambiara rápido de ropa ya que pronto sería la hora de comer. No podía creer nada de esto, mamá con intenciones de traerme aquí para enamorarme de otra chica? Y Allison que allá dicho esas palabras... no me lo podía creer. Me tumbé en la cama a relajar mi cabeza, me dolía mucho y creo que sin querer me dormí ya que cuando abrí los ojos eran cerca de las 6 de la tarde y mi estomago me pedía comida. Baje hacia el comedor y claramente estaba cerrado, había un cartel que decía "8 p.m. cena" tenia que esperar hasta las 8 para comer algo?!, mi estómago sonaba como un demonio había un pasillo que llevaba hasta la cocina y supuse que habría comida y pues claro, entre con mucho cuidado y vi un par de panes en una bandeja traté de escabullirme lo más posible hasta llegar al pan, mi plan abría salido perfecto, si no hubiera sido por una bandeja que deje caer al sacar el pan...

Pase cerca de media hora en la iglesia contando mi pecado, aún que me hacia mucha gracias hablar de como casi me robo un pan, pensé que nada podría ir peor hasta que la monja fea de 70 años, la de recepción, me dijo que hoy me quedaba sin cenar, por la "Gran falta" que había cometido.

No podía más, volví a la habitación derrotada, tenía hambre mucha hambre, sentía como todo caía encima mío hasta que alguien golpeó la puerta de mi habitación.

-Quien es?

Solo hubo silencio. Pregunte otra vez pero nadie respondió, me pare con las pocas fuerzas que tenía a ver que era, al abrir la puerta, en el piso había un plato con comida y un pedazo de pan. Quizás Dios no era tan malo.