>Something Wrong< 2

28. Capítulo

Estábamos en un calor interesante dentro del auto de Cornelio, él había hechado el haciento para atrás y yo estába sentada en sus piernas en cada lado de sus caderas estaba una de mis rodillas, como quién dice estaba sentada a horcadas. El pasaba sus manos por todo mi cuerpo apretaba mi trasero algo que me ponía muchísimo más caliente y acalorada.

Besaba mi cuello y podía sentir el calor de su aliento, y el poco sudor que ya corría por su frente, él ya estaba caliente lo podía sentir en el gran bulto que había debajo de mi parte. Era un tanto incómodo pues mi trasero chocaba con el volante. Pero no estaba dispuesta a qué mí primera vez con Vega fuera en su auto.
Con mi respiración acelerada al igual que la de él logré decir algo.

—Es... Espera Corne... Cornelio...

Cornelio: Qué... Pasa, mi fie... Fiera?

Regule un poco mi respiración y logré que saliera algo mejor que hace un rato.

Mily: Aquí no...

Cornelio: Muy bien y en dónde?

Mily: Vamos a un hotel...

Cornelio: Un hotel?

Mily: Si yo no pienso pagar para estar contigo en un motel, si, no es un hotel no es nada...

Cornelio: Sabes, si, no te amará como te amó probablemente te hubiera hecho gritar de placer en éste instante en este carro...

Mily: Pero me amas mi fierito...

Tome sus cachetes y lo besé, dejé mi beso a un lado y baje de sus piernas para que el pudiera conducir en busca de un hotel aquí en Colombia.

La verdad era que tenía miedo, no era notorio en mi pero por dentro estába muriendo no entendía cómo manejar la situacion estaba llena de sensaciones pero en este momento la que se apoderaba de mí era la excitación y el desceo por estar con éste hombre que me volvía tan loca.

(...)

El primer hotel que se cruzó en nuestro camino fue el hotel Marriott así que ése sería, dejamos la camioneta con el señor del hotel y pidio la "Máster suite" usualmente tengo entendido es la que se usa o pide para recién casados.
Nos entregaron las llaves para la habitación y a partir de que las  puertas del ascensor cerraron me tomó en sus brazos como a un bebé y mientras me besaba, el elevador subía, cuándo llegamos a piso camino hasta la puerta de la suite me bajó para abrir la puerta, solo cerramos la puerta de la habitación y fue cuando me acorraló en la pared pocisionando mis manos arriba de mi cabeza.