Conozcamos a la nueva Mily... ¿En qué se habrá convertido?... Esa es la pregunta que se hacen todos... ¿Estará viva?... Solo ella y las que aún la pueden ver lo saben... ¿CORNELIO VEGA?... Estamos a punto de saber, en quién se convirtió, si cumplió...
—Vamos amor, quiero comer un caldo de los que hace mi ama y de ahí, con la doctora, para tu chequeo de tú tercer mes.
Mily: No me quiero levantar Cornelio, estoy cansada...
Cornelio: Vamos chiquita, cuando lleguemos si quieres subes a mi ex habitación y te recuestas...
Mily: No como crees que voy a llegar y dejar a tú mamá sola cocinando. Y si mejor le dices que venga, me siento cansada!
Cornelio: Bueno yo digo que me haga mi caldo y hacemos algo más para estar un rato aquí, para que no estés tan cansada y los plebes te levanten el ánimo un poco...
Mily: Si, está excelente!
Cornelio: Muy bien iré a hablarle!
Mily: No quédate aquí conmigo, háblale desde aquí!!
Cornelio: Lo que mi Reyna diga!
Cornelio se recostó de nuevo a mí lado y subí mi pierna hasta su cintura montandolo, y él pasó su brazo para acercarme aún más a él. Cerré mis ojos un poco más y me quedé dormida un rato más, últimamente me había dado por dormir demaciado, para lo único que me levantaba era para mis asuntos del trabajo y luego para comer, así era como me la llevaba, obviamente todo desde casa.
(...)
—Ya llegaron Reyna, levántate y te espero abajo voy a recibir a mí familia....
Depósito un cálido beso en mis labios dejando impregnado su perfume en mi ropa, era obvio que él ya estába listo y cambiado. Me senté en un lado de la cama y me levanté, pero un ligero mareo se hizo presente en mi, me tomé de un lado de la puerta para recuperar mi estabilidad, ya que la tuve me di una ducha, y me hice un cambio rápido.
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Baje a ver a mis suegros y ver en qué podía ayudar, estaba ya en las escaleras, y de nuevo un mareo se presentó al final de estas. Sentí como los brazos de Cornelio me tomaban con fuerza, para que esté no pasará a mayores.
Cornelio: Amor estás bien?
Mily: Eso creó, ya sabes los síntomas del embarazo!
Cornelio: Sabes ven que te llevo a que comas algo, son poco más de las 3 de la tarde y tú no tienes nada en la panza y mi bebé, tiene hambre!
Mily: Ok...
Alma: Estás bien hija?
Mily: Si señora solo un mareo de los repentinos!
Lochita: Todo bien señora?
Mily: Si Lochita!
Caminé en los brazos de Cornelio hasta la cocina dónde me sirvieron de comer y beber, la verdad era que, por algúna razón no me daba hambre y cuando lo hacía me daba una inmensa.
(...)
—Esta muy san@ este pequeñ@, estás siguiendo todo lo que te he dicho éstos últimos meses?
Mily: Si doctora, todo como lo dice!
Cornelio: Es mentirá doctora, ella le da por olvidarce de los medicamentos...
Mily: Hay Cornelio, vamos cierra la boca!
—Debe ayudarla señor Vega, puede que no solo dependa de ella, muestre algo de apoyo en este caso!
Cornelio: Pues eso haré doctora!
—Pues el bebé está en excelentes condiciones y la señora igual, los veré el próximo mes...
Mily: Gracias doctora!
Cornelio: Un gusto doctora!
Salimos del consultorio, hasta el centro comercial, Cornelio quería darse una idea para el patio de juegos de nuestro futuro hij@ y pues como buena mujer lo acompañó.
(...)
—Qué te parece esté?
Mily: No los columpios tienen que ser de bebé!
Cornelio: y éste?
Mily: Me gusta, ese hay que venir por el en unos meses más!!
Cornelio: Sabía que te gustaría, pero vamos, que hoy quiero estar con el amor de mi vida...
Regresamos a casa y vimos películas comimos helado y pastel, me encantaba estar a su lado y pasar esos bellos momentos, la forma en la que acariciaba mi vientre, me causaba ternura, significaba que él también anhelaba ese momento.
