ℒℐℬℰℛℐ ➵ Wɪɴɢs ᴏғ Fʀᴇᴇᴅᴏᴍ 【Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ】PAUSADA

Decisiones

Abrí los ojos de golpe y enseguida volví a cerrarlos. La cabeza me palpitaba, aunque ya estaba acostumbrada a despertar así la mayoría de las mañanas. Los abrí de nuevo, mirando al techo de piedra sobre mi. ¿Donde estoy? Pronto los recuerdos de los últimos acontecimientos invadieron mi mente. Lentamente me recoste, dandome cuenta de que estaba en una cama. Mi brazo dolía y cuando lo miré vi que la herida había sido tratada con puntos y la sangre de mi piel fue limpiada, aunque aún se mantenía en mi camisa. Mis ojos se movieron por el lugar. No había nada más que yo y la cama en lo que parecía ser una celda. No me sorprendi al verme encerrada, pero si al ver a dos hombres familiares apoyados en la pared tras los barrotes. Recordé sus nombres. Erwin estaba sentado en una silla observando el suelo, parecía perdido en sus pensamientos y Levi estaba de pie a su lado con cara de aburrimiento, con una ropa más elegante. Tras unos segundos, Erwin alzó la mirada encontrándose con la mía y sonrió. ¿Qué es tan bueno para su vista que le hace sonreír?

—Veo que estás despierta— Sus palabras resonaron por todo el desolado lugar con efecto de eco. Levi lanzó una mirada en mi dirección, pero solo duro a penas un segundo antes de que mirara a otro lado de nuevo. No dije nada y parecía que él no esperaba que lo hiciera. Se levantó y se acercó a los barrotes. — Te encuentras en el cuartel general del cuerpo de exploración ubicado en el interior de la muralla central Rose. Tu sentencia se decidirá en breves por el líder de las tres fuerzas especiales, Dhalis Zachary. Disponemos de la información suficiente para condenarte a muerte, Liberi— Me tense ligeramente ante la mención de mi nombre. —Innumerables robos de mercancía destinada al exterior tentando contra la supervivencia de los ciudadanos, incluido el obsequio propiedad del rey, algo que pueden considerar traición si asi lo desean. El asesinato de dos hombre hace siete años a demás de herir gravemente a más de cien personas y revelarte contra la Legión de Reconocimiento. Todo eso sin contar los delitos menores. Un historial alarmante si me preguntas.

Parece que el tiempo que estuve inconsciente fue el suficiente para poder recopilar tanta información sobre mi.

—Si lo que esperas es una disculpa de mi parte puedes seguir esperado hasta la eternidad, no la obtendrás. No me arrepiento de nada, es más, lo haría de nuevo— Dije con una voz extremadamente calmada pero aún firme. Erwin no se vio perturbado por mi respuesta, de echo se veía complacido algo que me sorprendió. Pero Levi, que parecía mantenerse ajeno a la conversación, me miró de nuevo. Esta vez su mirada se mantuvo mientras Erwin volvía a hablar.

—Está bien no arrepentirse de las decisiones que tomamos a pesar de cuál sea el precio que estás conlleven. En tu caso la muerte— Me mantuve en silencio sin mostrar reacción alguna a sus palabras. —Nos pasamos la vida tomando decisiones y sin darnos cuenta estas crean nuestro propio destino, ahora es hora de que tomes una decisión más. Puede ser la última, o puede ser la que te lleve a un nuevo destino. Está en tus manos, Liberi. Unirte a la Legión o pagar por todos tus delitos. Nosotros estamos dispuestos a olvidarlos a cambio de que entregues tu corazón por la humanidad.

Una vez más el silencio invadió el lugar. Aparte la mirada al suelo. No quería unirme a ellos porque sabía que como soldado, toda la humanidad contaría de cierta forma conmigo para ayudar en la derrota de los titanes. Tendría compañeros que confiarían en mi y la simple idea me revolvia el estomago. Durante mi vida lo único que he conseguido es fallar a todas las personas que confiaron en mi. Todos los que me importaban morían y no podía hacer nada al respecto. Siempre fue así. Esta vez no sería una excepción, simplemente que a mayor escala. Pero si muero hoy, ¿De qué habrá servido todo lo que hice? Siempre quise hallar un lugar para mi en este mundo, un lugar al que poder llamar hogar. Si mis decisiones me llevaron hasta este punto debe ser porque es lo que estaba buscando.

—Analizando tu situación y tus respuestas, es obvio que no te importaría morir hoy mismo y más aún ante la alta probabilidad de morir devorada por un titan si te unes. Aún así, tampoco has dado una negación clara y te lo estás pensando demasiado, eso contradice tus palabras. Está claro que hay algo que te mantiene y ya sea material o un inútil sentimiento deberías aferrarte a ello hasta que no te quede nada— Mi cierpo se tenso ante las repentinas palabras del azabache, quien se había dado cuenta de mi discusión interna. Mis manos se cerraron en puños. Aferrarme... A mi sueño.

—Liberi, no tiene sentido mentirte a estas alturas. La Legión a sufrido muchas pérdidas en la última expedición. Grandes soldados han muerto a manos de los titanes, pero ninguna muerte ha sido en vano. Con cada salida la humanidad se acerca un paso más a lo que podría ser nuestra victoria. Sé que parece poco, pero ese paso marca una gran diferencia. Aprendemos más sobre los titanes y nos fortalecemos. He visto como te las arreglabas allá abajo. Tienes reflejos, eres rápida y ágil. Nosotros no estábamos en tus planes de hoy y aún así te las arreglaste para dificultar tu captura. Analizas todas las posibilidades y actúas. Puedes entrenar eso con nosotros usando a demás el equipo tridimensional. Tendrías un sitio en el exterior y tú única preocupación sería matar titanes y regresar con vida. Sé que no se diferencia mucho a lo que has estado haciendo hasta ahora, pero entre matar personas y titanes si la hay. Necesitamos gente como tú con nosotros. Lucha por la humanidad y no contra ella. Sea cual sea tu decisión, debes tomarla ahora— Sus dedos ahora se aferraron a los barrotes.

Mientras hablaba mi mirada se había unido a la suya. Podía sentir la sinceridad en sus palabras y su mirada transmitía confianza en lo que veía, confianza en mi. De repente, todas mis dudas se habían esfumado y tenía claro cual sería la decisión que marcaría mi destino. Me aferraria a ese sueño y lucharía por conseguirlo incluso si no me gustaba la idea de hacerlo en compañía. —Acepto, pero solo pido una cosa a cambio.

—¿No te es suficiente con vivir un tiempo indefinido más?— Preguntó Levi, pero solo obtuvo mi silencio. Erwin hizo una señal a Levi con su mano y este solo chasqueo su lengua

—¿Qué es?

—Quiero recuperar a mi perro.

—Tsk, te dije que este trozo de mierda solo traería el resto de la montaña de mierda con ella. No vamos a acoger a tu saco de pulgas— Le lancé una mirada cargada de odio y recibí una de desagrado por su parte. Realmente parecía estar viendo algo asqueroso y yo sería ese algo. Estaba a punto de escupir el mayor insulto hacia su persona que alguien podría decirle pero la voz de Erwin interrumpió.

—¿Puedo saber por qué?

—No tiene dónde quedarse y allá abajo las personas no tratan bien a los animales abandonados. Le salve de un grupo de personas que lo maltrataba y luego le entrene para atacar a los enemigos, pero no es una amenaza para la gente con buenas intenciones. A demás, es rápido, ágil y obediente. Podría ser útil.

Ambos hombres se mantuvieron en silencio hasta que Erwin lo rompió con otra pregunta. —¿Es el perro que estaba contigo cuando pretendias robar a los mercaderes?— Preguntó lentamente con un poco más de suavidad. Asenti.

—¿Y lo que propones es que contemos con la ayuda de un chucho para operaciones en las que pueda ser de utilidad? Claro, encargaré un traje a su medida para que parezca uno de nosotros— Se burló Levi. Mis puños se apretaron imaginando que estaban alrededor de su cuello, estrangulandolo.

—Es mi amigo, no pienso abandonarlo— Estaba lista para pedir por favor si hacía falta. La realidad era que por él sería capaz de incluso arrastrarme como una maldito gusano a los pies de cualquier cerdo si es necesario. Le debía mi vida a Zeus.

Erwin parecía muy pensativo, como si se hubiera dado cuenta de algo. —De acuerdo. A cambio de entregar tu corazón a la humanidad y de tus servicios como soldado, se te concederá a ti y a tu mascota un lugar en el exterior a demás de retirar todos los cargos en tu contra y olvidar los delitos que has cometido. Será un borrón y cuenta nueva para ti— Concluyó el comandante. Levi por otro lado se mantuvo en silencio con una expresión de total desinterés.

¿Realmente tendré una oportunidad en este mundo? Ir al exterior... ¿De verdad puede ser como un renacer? Tendré que comprobarlo, ya he tomado mi decisión.