ℒℐℬℰℛℐ ➵ Wɪɴɢs ᴏғ Fʀᴇᴇᴅᴏᴍ 【Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ】PAUSADA

Vuelta A La Rutina

Siento mucho la espera. (Este capítulo contiene mucha pelusa, por favor no vengáis con antorchas a mi casa). Pero es un poco más largo, así que espero que compense.

*****

En el momento en que Hange me retiró los puntos y me dijo que estaba en perfectas condiciones volví a sentirme productiva. Hacía tiempo que no sentía molestia alguna por mis heridas, pero no se podía discutir con la terquedad de Hange.

Al día siguiente de mi tortura con la limpieza del nuevo lugar me encontré a todos con pañuelos sobre sus cabezas y bocas con productos de limpieza en la mano, incluido Levi. Petra me dijo que él había ordenado terminar lo poco que me dejé el día anterior mientras dormía, pero tan pronto como me vio en pie me ordenó que hiciera algo útil con mi patética vida.

Tan amable desde la primera hora del día, casi no me lo merezco.

Le pregunté a Petra por ropa deportiva y ella me dio un par de prendas que usaba para entrenar cuando comenzó. Consistía en un pantalón negro y un top, perfecto para lo que quería.

Salí al exterior dirección al bosque que ocultaba el lugar. Tuve la suerte de no encontrarme a Hange por el camino o nunca había salido de aquel castillo. La mujer podía pasar horas, literalmente, hablando sobre sus investigaciones sin que se le secara la jodida garganta.

Con un silbido, Zeus apareció junto a mi, meneando la cola y sacando la lengua. Extrañaba pasar más momentos con él, ya que en el subterráneo sólo éramos el y yo. Por lo menos sabía que aquí fuera podría ser un perro normal.

Cuando llegamos al un claro del bosque, me detuve y dejé sobre una rama una toalla. Arranqué una más pequeña y se la lancé a Zeus, el cual no tardó en correr a por ella y entregarmela. Tras unos minutos jugando con él decidí comenzar a entrenar, fingiendo un objetivo al frente y comenzando a lanzar constantes puñetazos y paradas al aire.

Una hora más tarde, el sudor recorría mi frente y pecho. Me sequé la frente con el dorso de la mano. Zeus estaba tumbado bajo una de las sombras mordisqueando la rama hasta que soltó un ladrido y corrió frente a mi. En aquel momento me di cuenta de que tenía público, encontrándome con la mirada de Levi, quien se mantuvo apoyado contra un árbol con los brazos cruzados. Me quedé inmóvil por un segundo.

¿Cómo no le he escuchado llegar? Debería haber hecho ruido al pisar las hojas. ¿Cuanto tiempo lleva ahí?

Zeus caminó emocionado alrededor de él tratando de captar su atención, la cual obtuvo cuando el hombrecillo gruñón le acarició la cabeza y chasqueo la lengua.

—No me babees las botas.

Zeus ladró en respuesta, meneando la cola. Entrecerré los ojos mirando.

Pequeño traidor...

Zeus cogió de nuevo la rama y la dejó frente a los pies del Levi, quien arqueó una ceja ante la acción. No pude evitar sonreír con diversión ante la escena. Zeus mantuvo la mirada en él mientras esperaba sentado. Finalmente el capitán se agachó para recoger la rama y la lanzó lejos. El canino no tardo en correr tras ella.

Cuando su mirada se encontró de nuevo con la mía elimine la sonrisa y le di la espalda para coger la toalla y secarme el cuello y el pecho con ella. Podía sentir sus orbes sobre mi nuca.

—Veo que tus capacidades siguen estando a la altura. ¿Ya te quitó Hange los puntos?—. Preguntó impulsandose a la vez con el pie que tenía apoyado en el árbol para alejarse de este y caminar hacia mí.

—Sí, dijo que estaba perfectamente—. Respondí dejando la toalla colgar de mis hombros.

Los ojos de Levi inspeccionaron mi cuerpo con atención y no pude evitar moverme incomoda sobre mis pies. No estaba acostumbrada a estar tan expuesta ante un hombre, y aunque estuve casi desnuda cuando me ayudó con las heridas no es que tuviera otra opción.