ℒℐℬℰℛℐ ➵ Wɪɴɢs ᴏғ Fʀᴇᴇᴅᴏᴍ 【Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ】PAUSADA

Limpieza

Los establos eran realmente grandes, ya que parecían contar con un gran número de caballos los cuales se veían preciosos y fuertes. Había de distintos colores de pelaje, pero abundaba el marrón. Tras pasar junto a una larga fila de caballos, llegamos al final donde se hallaba un hombre revisando a uno de los caballos. Cuando nos vio, rápidamente se enderezo.

—Oh, debes ser la nueva cadete. Soy uno de los veterinarios. Me pidieron que revisara al que sería tu caballo— Se hizo a un lado del caballo que había estado revisando. Era de pelaje blanco que poseía una mancha marrón alrededor del ojo izquierdo. Vagamente me recordó a mi mancha marrón del iris izquierdo.

Parece que lo hayan hecho a propósito.

—Este, será tu caballo. Es un macho y no tiene nombre aún ya que nadie lo ha montado hasta ahora. Siéntete libre de nombrarle como gustes. Es un poco desconfiado con la gente y cuesta manejarle al principio, por ello renuncian a él rápidamente, pero es un buen caballo. Está en muy buenas condiciones y listo para salir a una expedición— Tras decir aquello, se hizo a un lado para darme espacio con el animal. Me acerqué lentamente y de misma manera alcé mi diestra. El caballo no parecía muy cómodo con el gesto, pero tampoco se veía nervioso. Finalmente, alcancé a posar la palma con suavidad sobre el hocico del caballo. Este resoplo antes de presionarse contra mi mano. —Vaya... Parece que le gustas— Mencionó el veterinario un poco sorprendido.

—Parece que eres buena con los animales— Soltó Levi que se había mantenido observando en silencio desde un lado.

Le mire de reojo brevemente. —Me gustan. Empatizo con ellos.

—Bueno, me alegra escuchar eso. Estoy seguro de que seréis buenos compañeros— Habló una vez más el veterinario esbozando una alegre sonrisa.

No dije nada y me separé lentamente del caballo. Dejamos que el veterinario siguiera con lo suyo y salimos de los establos. Hange y Mike ya no estaban a la vista. Me dispuse a seguir caminando, pero una de las manos de Levi me detuvo sosteniendo mi muñeca izquierda. Me gire lo suficiente para poder mirarle. Sus orbes sostuvieron las mías por unos segundos. Su mirada era sería y parecía profundizar en mi alma.

—No sé qué idea tendrás de todo esto, pero estoy seguro de que es la equivocada. Te darás cuenta de ello en cuanto pongas un pie fuera de los muros. Puedes creer que has salido del infierno, pero solo te has adentrado más en él. Erwin está muy confiado en su elección y yo confío en él, pero no en ti y es algo en lo que debes trabajar. Mi escuadrón y yo mismo te estaremos confiando nuestras vidas y vice-versa. Si fallas, alguien pagará tu error. Tu no tienes opción, pero yo sí y vigilaré con lupa cada uno de tus movimientos. Algo que no me guste, y me asegurare de que quedes fuera.

Mi ceño se profundizó con molestia y espeté. —También arriesgo mi vida aquí. Es cierto que no tengo opción y que no sé demasiado, pero si sé que comparto el mismo objetivo que todos aquí; acabar con esas malditas cosas y liberar a la humanidad de esta esclavitud. Te guste o no estoy de vuestra parte ahora y daré todo de mi para que eso ocurra. Me asegurare de que una parte de esa victoria sea reconocida con mi nombre— Una vez pronuncie aquellas palabras, me solté de su agarre consciente de que lo había permitido al no aplicar fuerza y me alejé de allí.

...

Caminé por el amplio patio que poseía el cuartel general. Era un sitio bastante tranquilo rodeado de naturaleza. Inspire, sintiendo el aire fresco y limpio llenar mis pulmones. Zeus estaba bien, conmigo, en la superficie y alejó la soledad que había sentido desde que me atraparon. No me hacía gracia que experimentasen con él pero por alguna razón sentía que podía confiar en Hange. Lo que más me preocupaba era que Zeus pudiera salir herido en alguna participación sobre todo si se trataba contra enemigos humanos, pues parece que a los titanes sólo les interesa los humanos. Algo no pintaba bien en aquello. Era demasiado extraña la existencia de los humanos, como si hubieran sido creados para exterminar la raza humana. Quizá era un castigo para los humanos, los únicos seres vivos con maldad. Quizá nos lo merecíamos...