ℒℐℬℰℛℐ ➵ Wɪɴɢs ᴏғ Fʀᴇᴇᴅᴏᴍ 【Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ】PAUSADA

Complicaciones

Liberi

Prácticamente todo el flanco derecho había sido eliminado. Tres pelotones más sobrevivieron, uno de ellos los reconocí como el de Ness. El resto de soldados perdieron sus vidas contra los titanes. Era una auténtica matanza.

En la expedición anterior, la cual fue la primera que presencié, estuve en la posición más segura de la formación. Algunos titanes lograron penetrar en el centro, lo que quiso decir que muchos soldados de las primeras filas fueron deborados. Esta vez presenciaba lo que había ocurrido. Era la primera vez que veía a los titanes devorando a los humanos. Ya había visto cadáveres antes, había vivido toda mi vida alrededor de la muerte, pero nada se podía comparar aquella masacre. Soldados morían, su compañeros se lamentaban y en busca de venganza, obtenían el mismo destino. Aquello se repitió ante mis ojos varias veces y en pocos minutos.

Sentí la impotencia, porque sabía que aquellos soldados tenían familias, sueños, ilusiones... Cualquier persona con corazón débil se derrumbaría sobre sus rodillas. Los titanes estaban acabando con nosotros, arrinconando a la raza humana en una pequeña parte del mundo, amenazando su existencia.

Mis manos se aferraron con más fuerza en mis cuchillas. Quería exterminarlos a todos, acabar con lo que me arrebató la libertad. En gran parte quería luchar por mi, por mi libertad, por el mundo en el que nací. Pero por otro lado, también quería luchar por aquellas vidas que se apagaban frente a mis ojos.

Por fin nos adentramos en el lateral del bosque. Ness y su compañero se desviaron varios metros al este y el otro pelotón de dos soldados que quedaban del flanco derecho iban delante nuestro a pocos metros. Nuestro trabajo era simple, revisar que no hubiese titanes y mantenerlos lejos del interior donde se llevaría a cabo una improvisada instalación. Hange había descubierto a base de sus investigaciones que los titanes permanecían inactivos de noche, como si durmieran. No se sabía que tan acertada era esa información, ya que uno de los titanes permanecía activo más tiempo. El bosque era un sitio ideal para permanecer, ya que según dijo Hange, no hay tantos titanes en el bosque, ya que la luz del sol a penas se filtra entre los árboles. Por lo tanto, en la noche en caso de que saliera la luna, no correríamos el riesgo de que los titanes de alrededor despertaran.

Al contrario de Hange yo no quería comprender a los titanes. No quería saber sobre ellos si dicha información no era para acabar con su existencia. No quería saber por qué sólo comían humanos, por qué no tenían órganos reproductores y cómo se reproducían. No quería saber su origen. Sólo quería que desaparecieran.

—Que desastre...—. Murmuró Oruo. —No me puedo creer que el flanco derecho haya sido prácticamente eliminado. Aunque esos mocosos fueron valientes, pero les faltaba práctica, no estaban preparados.

—Nadie está preparado para morir—. Dije mirando al frente entre los árboles.

—Para no estar preparada, te he visto bastante segura ahí detrás, parecía que dejabas todo en manos del destino.

—El destino siempre a elegido por mi. Nunca he tenido una segunda opción ni la posibilidad de escoger lo que quería para mi. La única vez que pude elegir cual sería mi destino me llevó a participar en esta expedición.

Oruo se quedó en silencio por una vez, quizá no muy seguro de que decir o meditando sobre lo quería decir con aquellas palabras.

Por supuesto yo tampoco estaba preparada para morir, pero había estado al borde de esta tantas veces y estaba tan familiarizada con la sensación que si el destino quería que fuera mi último aliento, así sería. No temía a la muerte, solo hacía lo que estaba en mis manos para permanecer viva, aunque no tuviera una razón de peso para ello. Pero ahora que tenía un objetivo, un lugar definido en aquella jaula, trataría de cumplir antes de que llegara ese momento.