ℒℐℬℰℛℐ ➵ Wɪɴɢs ᴏғ Fʀᴇᴇᴅᴏᴍ 【Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ】PAUSADA

Sin Arrepentimientos

Todo se mantuvo en silencio. No se escuchaba a los pájaros cantar, ni las hojas meciendose con el viento, no se escuchaban los pasos del titan, solo el latido de mi corazón acelerado mientras conectaba mi mirada con las orbes azuladas de Levi tras separarse levemente para apoyar su frente con la mía. Podía sentir su cálido aliento contra mis labios, los cuales se sentían entumecidos por el simple contacto. Las lágrimas comenzaban a secarse en mis mejillas. Levi mantuvo su mirada todo el tiempo, dejándome ver todas sus emociones a través de sus ojos. Podía ver el dolor, la impotencia, la ira, pero también el amor, la añoranza... Y el arrepentimiento. No supe en que punto la mano que sostenía mi nuca se dirigió a mi mejilla izquierda, acariciando suavemente con el pulgar. Solo éramos él y yo. Me sentí protegida, amada, feliz y tranquila. Me sentí tan viva...

Nunca tuve la oportunidad de vivir la vida que había querido, pero encontré lo que siempre había deseado. Pude ofrecer más, pero sentí que había dado suficiente. Estaba preparada, quizá siempre lo estuve.

Pero por algún motivo, toda la magia se rompió. El sonido del equipo tridimensional y pisadas de caballos llegó a mis oídos, seguido de un estruendo a nuestro nado. Nuestras miradas se desconectaron, ganando distancia entre nosotros mientras mirábamos confundidos a nuestro alrededor.

El titan que se cernía sobre nosotros ahora era un trozo de carne humeante en el suelo. A su lado reconocí a Angus, el ex soldado de la policía militar quien nos miraba con sospresa.

—¿Estáis bien?

Tras salir de mi shock algo comenzó a apoderarse de mi mientras le observaba, intacto, con un equipo funcionando a la perfección.

Levi pareció darse cuenta de mi cambio, aunque no trate de ocultarlo, y alzó una mano tratando de detenerme. —¡Liberi espera!

Demasiado tarde, ya que antes de que tan siquiera pudiera rozarme me levante y me abalancé contra Angus quien me miró con miedo. Golpeé su cuerpo contra un árbol y traté de colocar una de sus cuchillas contra su cuello mientras él trataba de impedirlo. —¡Tú lo sabías!

—¿De-de qué estás... Hablando?—. Preguntó con pánico, sus ojos completamente abiertos.

—Tu gente hizo esto. Sabotearon los equipos—. Gruñí mientras aplicaba más tensión. Podía escuchar a Levi maldecir de fondo.

—Yo... No tuve nada que ver...—. Comenzó a decir, pero en aquel punto no podía creerlo.

Los pasos de los caballos se hicieron más fuertes para mis oídos.

—¡Joder! ¡Que alguien la detenga! ¡Le va a matar!

De repente un conjunto de manos me tomaron de brazos y hombros, tirando e hacia atrás para alejarme del joven.

—¡Liberi!—. Gritó una voz que reconocí como la de Hange. Fui empujada al suelo, las manos aún me retuvieron. Fue entonces cuando pude ver a Hange y Moblit sobre mi. —¡Calmate!

Solo obtuvo un gruñido de mi parte cuando traté de levantarme, pero Hange aún me lo impedía.

—Suficiente, Hange—. Habló Erwin posicionándose frente a nosotros. Toda la furia de mi mirada fue dirigida a él.

—¡Tú también sabías esto!—. Acusé. Por supuesto que lo sabía, su tranquilidad no podía deberse a otra cosa.

Erwin se agachó para estar más cerca de mi. —Liberi, tienes razón—. Mis ojos se ampliaron ante su sinceridad, pero más aún ante la frialdad de su tono. —Es cierto que sabía que algo ocurriría, pero fue necesario hacer esto para poder atrapar al enemigo. Todos estos sacrificios no han sido en vano.