ℒℐℬℰℛℐ ➵ Wɪɴɢs ᴏғ Fʀᴇᴇᴅᴏᴍ 【Lᴇᴠɪ Aᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ】PAUSADA

Hermoso Y Despiadado

Este capítulo no es tan largo como el anterior, pero espero que no decepcione a nadie.

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La intensa lluvia dificultaba mi visión. La capa comenzó a sentirse pesada y la tiré para ir más deprisa. —Levi... ¿Dónde estás?

Cuando disparé el gancho de nuevo hacia uno de los árboles, algo se estrelló contra mí y caímos al suelo, rodando varios metros. Cuando traté de levante unas botas se detuvieron frente a mi y alcé la mirada pero no pude ver ningún rostro ta que tenia la capucha puesta. Un arma apuntaba directamente a mi cabeza.

—Liberi...—. Comenzó la voz masculina, casi con burla. —Tenía ganas de verte en persona, pero he de admitir que no eres la gran cosa. Nadie diría que eres un peligro para el interior de los muros, para nuestra supervivencia—. Se burló quitándose la capucha. Mis ojos se ampliaron en reconocimiento, era el soldado que me había salvado minutos atrás.

—Tú... Eres responsable de todo esto—. Dije tratando de levantarme, pero su arma se presiono contra mi frente deteniendo mis acciones.

—Así es. Yo y mis compañeros nos tomamos el tiempo de modificar los equipos y he de admitir que fue divertido. Por desgracia no pudimos romper todos y es hora de acabar con esto. He de admitir que tienes agallas. No pensé que lograrías llegar tan lejos—. La burla nunca abandonó su tono. —Pensé en matarte allí atrás, pero quería divertirme más. A demás, el imbécil de Luke estaba ahí y podía haber arruinado mis planes—. Después golpeó su equipo con una mano. —siempre funcionó.

Mis mano derecha se aferró a la hierva debajo de mi. La ira crecía con rapidez. —Sí crees que podéis acabar con la Legión, estáis equivocados—. Le miré fijamente. —Volverá a crecer porque el deseo de libertidad que posee la humanidad es cada día más poderoso.

El hombre alzó la ceja con diversión. —¿Crees que hacemos esto porque no ansiamos la libertad? Bueno, en cierta parte no te equivocas. Tener a personas reducidas en un pequeño espacio de un mundo tan grande puede ser conveniente para algunas personas, incluso para toda la humanidad. No hay guerra entre nosotros, nos vemos obligados a convivir con los demás, a seguir las reglas. Todo se reduce a una cosa, control. Es algo que los altos cargos no quieren perder. A demás, la Legión no sabe dónde se mete. Más que liberar a la humanidad, la llevará a la extinción. Hay cosas que es mejor no saber.

Aparté la mirada dejando que el frequillo cubriera mi rostro mientras gotas de lluvia caían de él hacia la hierva debajo de mi. —Solo dime una cosa. ¿Por qué parte de vuestra misión es matarme?

El hombre río levemente. —Pobre rata de alcantarilla. Supongo que no importa si se lo digo a un cadáver—. Pude sentir como se agachaba frente a mi antes de susurrar su respuesta. —Porque eres un monstruo, siempre lo has sido—. Después se levantó y reajusto la posición de su arma. —No hay tiempo de más charla. Estar aquí fuera me pone los pelos de punta. Espero que al menos quede alguien con vida para que se ocupe de los titanes.

Antes de que pudiera apretar el gatillo, me moví a un lado y golpee con fuerza su codo hacia el lado contrario, haciéndole disparar y soltar el arma mientras gritaba de dolor. Le pateé la rodilla para hacerle caer y después la cara.

—¡Perra!

Traté de agarrar el arma, pero fui arrastrada hacia atrás por la pierna. Su peso fue puesto sobre mi espalda, pero logre golpearle el costado con mi codo. Las únicas cuchillas que me quedaban habían caído al suelo con el movimiento. No me dio tiempo a cogerlas antes de que él se abalanzara con las suyas. Esquivé varios ataques, pero algunos llegaron a cortarme superficialmente en los brazos. Me agaché esquivando otro ataque y me abalancé sobre él, haciéndonos caer a ambos y sujete sus brazos, golpeandolos contra el suelo con la mayor fuerza que pude reunir para que las soltara. De repente el suelo se agitó y miré sobre mi espalda viendo así a un titan sobre nosotros. No nos habíamos dado cuenta de su presencia. Su mano se alzó sobre mi y con un gruñido nos di la vuelta para quedar debajo. El titan agarró al hombre y este me miró con pánico.