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Las clases me parecieron interminables. Si bien había conseguido dejar a un lado ese maldito recuerdo, pasé todo el día alerta, sobresaltándome por cosas insignificantes como que al profesor se le partiera la tiza o un alumno tosiendo.

Decidí escuchar un poco de música para relajarme mientras pasaba a buscar unas cosas por mi casillero antes de salir. Me sumergí profundamente en la letra de la canción que estaba escuchando, Badly Broken de Get Scared, tanto que comencé a cantarla en voz baja.

- You know, you know I'm not alright...- Tomé uno de mis cuadernos y cerré la puerta del locker. - This is where I draw the line...

Casi me da un infarto cuando al girarme hacia el pasillo me topé cara a cara con la pequeña muchacha pelirroja.

- ¿¡Pero qué...!?- Solté quitándome los auriculares y dejando caer todo lo que llevaba en mis manos en el proceso.

- Lo siento, no era mi intención asustarte. - Dijo mientras me ayudaba a levantar mis cosas. - Sólo vine porque me pareció correcto disculparme por lo que pasó ayer, supongo que no debí asumir que estarías cómoda hablando de tus cicatrices... Mi hermana se cortaba hace unos años y quedé un poco paranoica con el tema, en serio perdón.

- Descuida, no es nada. - Respondí secamente, dispuesta a matar la conversación e irme de allí lo más rápido posible.

- Soy Yazmin Keith. - Extendió su mano frente a mí, pero rápidamente se dio cuenta de que no podía corresponderle y la bajo.

- Jessica Key.- Hice un movimiento de cabeza y dí media vuelta en dirección a la salida. - Debo irme, mi madre me espera en casa, espero que tu hermana esté mejor ahora...

- ¿Por dónde vives? ¿Puedo acompañarte? - Preguntó amablemente apresurándose para bloquear nuevamente mi camino.

- Ehhh...- Dudé. - No creo que vayas en esa dirección... Generalmente todos se dirigen hacia las bocas del subte que quedan para el lado contrario de a dónde voy.

- ¡Santísimo trébol! - Exclamó.- Me sorprende nunca haberme cruzado contigo por el camino, yo suelo tomar esa dirección para ir a casa todos los días.

- ¿Ah si?- Rodé los ojos y me resigné a no poder apartarla de mí por el momento.

En el trayecto seguimos hablando un poco más y resultó ser una chica muy agradable.

Yazmin y su familia se habían mudado desde Irlanda a Filux el año anterior debido a la depresión que sufría su hermana mayor, les habían recomendado nuestro paisaje y cultura para hacerla sentir calmada y fuera de este mundo. Ella aprendió a hablar español viendo vídeos en youtube, por lo que al principio muchos chicos del colegio la habían marginado de todas sus actividades, pero con el tiempo su cálida personalidad se antepuso a todo y logró hacerse de un pequeño grupo de amigos.

La casa de la muchacha no quedaba muy lejos de la mía, así que intercambiamos números y acordamos en encontrarnos en una plaza cercana al día siguiente para caminar juntas hacía el colegio.

Era extraño tener una compañía real, de carne y hueso, después de tanto tiempo sola con mis amigos virtuales, se sentía bien.

Aún no quería llamarla mi "amiga", no podía permitirme confiar en alguien tan rápido, aunque ella me agradase, podría esconder una gran daga detrás de sus largos cabellos rojizos, lista para apuñalarme cuando menos lo espere.






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