Fea

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Mi cuerpo se tensó y un sudor frío comenzó a caer por mi espalda. Lo único que pude hacer fue quedarme allí y releer el mensaje hasta que las letras se pusieran borrosas.

Seguramente sólo pasaron unos minutos hasta que otro texto iluminó la pantalla, pero yo lo sentí como si hubieran sido horas.

Desconocido: Sé que estás ahí. En tu cama, entre las mantas y con el celular en la mano. Responde, por favor.

¿Me estaba vigilando? ¿Cuándo pasó de ser simplemente alguien que me escribía notas en el colegio a un acosador?

Corrí las frazadas de un empujón y me dirigí a la ventana que daba a la calle. Vacía. Totalmente vacía. No sé que esperaba, obviamente no iba a encontrarme a alguien en el medio de la cuadra observando hacia mi cuarto con un par de binoculares como en las películas.

Desconocido: Apuesto que pensaste que estaba afuera. Típico de Chassidy🤣🤣.

¿Me había enviado dos emoticones riéndose? ¿Qué carajos? ¿Pensaba que esto era gracioso? ¡Joder! ¿Estaba cagada de miedo y quien sea que estuviera del otro lado creía que era algo divertido?

Respiré profundamente para intentar tranquilizarme, pero sólo sirvió para que una oleada de furia me invadiera. Así que decidí hacer lo que cualquiera con un poco de sentido común no haría: Responder.

Jess: Préstame atención.

Jess: No sé quien seas, ni cómo conseguiste mi número, ni por qué sabes mi nombre virtual, pero ya pasé por esto muchas veces.

Jess: Las bromas telefónicas no son lo mío, así que te aconsejo a tí y a todo el grupo de idiotas con el que te estás matando de la risa en este momento que me dejen en paz.

Jess: Ríete en mi puta cara la próxima vez.

Nunca antes me había enfrentado a alguien de esa manera... Bueno, a excepción de Yazmin el día que nos conocimos. Pero estaba harta. Harta de todos los adolescentes hormonados que se creían con el privilegio de usarme como si fuera una muñeca sin sentimientos.

Desconocido: Sabía que era cuestión de tiempo para que contestaras...

Desconocido: Para que lo sepas, no hay nadie conmigo y esta no es ninguna broma.

Desconocido: Pero ya que quieres hablar cara a cara... Espero que no te moleste que nos encontremos en la biblioteca del colegio mañana a la hora del almuerzo.

Desconocido: Te estaré esperando.

Genial, ahora sí que estaba entrando en terreno desconocido. Se suponía que dejaría de hablarme si me defendía, eso es lo que sucede en las novelas con los abusivos, se borran cuando ya no tienen una víctima a la que atacar.

Volví a la cama con una mezcla de sensaciones horribles, mi cabeza iba a mil por hora recordando todo lo que había vivido.

Mi padre. La mudanza. Las risas. Los apodos. Los golpes. Las bromas. El odio.

Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Me había dejado pisotear tantas veces a causa del miedo y la tristeza... No lo quería volver a hacer.

Decidí que iría a encontrarme con el dueño de ese número y descubriría de una vez por todas cómo había hecho para descubrirme. Caleidoscope era mi lugar feliz y no dejaría que nadie me lo arrebatara tan fácilmente.

Era hora de ser realmente Chassidy Mallow y destruir a quien se interpusiera en mi camino.