13
Inuyasha acaricio el rostro relajado y suave de la azabache, habían dormido juntos en la habitación de Inuyasha después de hablar y de varios muchos besos.
-Uhm... ¿Ya es de día? – Kagome entreabrió los ojos y sonrió al notar la caricia de Inuyasha en su mejilla. Este hizo a un lado un mechón de cabello que se cruzaba en su frente y parte de la mejilla poniéndolo detrás de la oreja.
-Acaba de amanecer pequeña – murmuro enamorado Inuyasha.
-¿Pequeña? – Kagome arqueo una ceja divertía mientras que sus ojos brillaban al verlo, al saber que había dormido juntos y despertado en la misma habitación.
-Sí, pequeña, mi pequeña – Inuyasha le dio un fugaz beso.
-Suenas posesivo – se abrazó y elevo sus labios para robarle un beso - ¿Esto está bien? – la duda y el miedo la invadió.
-¿Por qué lo preguntas? Por favor dime que no tienes una pareja en el reino celestial – Inuyasha casi rogo con la mirada que lo que decía no fuera cierto.
-¿Qué? No, por supuesto que no. La única pareja que en el reino celestial hay es la de los reyes. Esto, lo que ahora estoy haciendo está prohibido para un ángel.
-Pero tú ya no eres uno – el terco Inuyasha aparecía.
-Ojala lo que estés diciendo fuera cierto. Pero no es así – Kagome se separó de los brazos de Inuyasha y se reincorporo en la cama, atrayendo sus piernas a su pecho – Aún pertenezco al reino celestial pero a la vez no. Ven, ven abajo – Kagome con rapidez se puso de pie y arrastró a Inuyasha junto con ella.
-¡Espera, más lento, me vas a hacer caer! – exclamo Inuyasha mientras bajaba las escaleras, la fuerza de su chica era increíblemente poderosa. -¿Por qué quieres salir de la cama? Estaba tan caliente y mejor a tu lado – la trucha en los labios de Inuyasha le causa a ella ternura. Habían llegado a la mesada de la cocina.
-Te quiero mostrar algo – soltó de la mano a Inuyasha y se fue en busca de un cuchillo con filo de unos de los cajones. Se acercó a Inuyasha y también acercó al cuchillo a la palma de su mano izquierda.
-Espera Kag ¿Qué haces? – espantado exclamo mirando el filoso cuchillo.
-Tú solo mira – hizo a un lado la mano de Inuyasha, quien trataba de alejar el cuchillo de su mano. Kagome pasó con casi nada de fuerza el cuchillo por su palma haciendo una abertura casi grande.
-¡Kagome! – exclamo Inuyasha con terror al verla cortarse la palma. Kagome puso su mano bajo el fregadero al ver como brotaba sangre.
-Mira – lo tranquilizo, Inuyasha con desconfianza se acercó y miro lo que el señalaba. – Antes una cortada como esta cicatrizaba en menos de diez segundos pero ahora tarda casi como un minuto. – miro como la cortaba con lentitud empezaba a cerrarse sola, dejando a su paso la piel como si no hubiese ocurrido nada - Mientras más tiempo pase aquí, me voy convirtiendo en un humano común, en alguien como tú Inuyasha. Pero también, mientras aún posea esta perla seguiré siendo un ángel, perderé mi fuerza, seré alguien frágil pero no podré envejecer.
-Quítate la perla – miro la esfera violeta con recelo en el cuello blanquecino de su novia.
-No crees que ya me la habría quitado de ser posible. No puedo, solo unos de los reyes puede quitármela – grito desesperada – Koga también tiene una perla, pero a mi comparación, él huyo con ella, en cambió yo fui aventada a causa de la envidia sin ninguna oportunidad de negarme.

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Ángel
FanfictionInuxKag (¬¬) Kagome, ángel del reino celestial aprendiz de la gran sabia Kaede. Ese es su nombre o al menos lo era en el reino celestial, porque ahora en el reino humano solo es Kagome. Fue lanzada por la frontera que divide ambos reinos, humano y c...