Capítulo 11

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-¿Conquistarme? Es algo como el ¿Agasajo? – pregunto confundida Kagome, sin sentir nada antes las palabras del apuesto muchacho.

-Ah, sí... agasajo. ¿Estudias aquí?

-Creo que pronto estudiaré aquí – volteo su cuerpo momentáneamente para ver el hermoso paisaje de la gran universidad, los arboles a sus alrededores, los jóvenes caminando con libros en sus brazos, nunca creyó ver algo así, al menos no desde arriba.

-¿Y tienes novio? – Kagome frunció su ceño "¿Novio?" y eso que era, Inuyasha no le había dicho nada sobre esa palabra, ni siquiera la había mencionado.

-¿Novio? – pregunto, Hoyo a punto de responder fue interrumpido por el sonido del celular de Kagome, ella lo sacó de su bolsillo trasero del pantalón y sonrió, era otra vez Inuyasha. – Disculpa... ¿Inuyasha? – se alejó del chico para hablar con tranquilidad.

-Kagome ¿Dónde estás?

- Aún en la universidad ¿Pasa algo? – pregunto confundida.

-Estoy por llegar, espérame – Kagome ensancho su sonrisa.

-¿Vendrás por mí? – no pudo evitar que su voz haya salido esperanzada.

-Sí, Kag, estoy llegando – con eso Kagome corto la llamada y suspiro, le encantaba Inuyasha.

-Lo siento, me tengo que ir – se giró al muchacho y le sonrió en disculpa.

-Te acompaño a la salida – sin esperar respuesta de la azabache Hoyo se le acercó y empezó a caminar, sin oportunidad de negarse, Kagome acepto – Entonces, creo que nos veremos a menudo, si es que estudiaras aquí.

-¿Tú también estudias aquí?

-Sí, estoy cursando tercer año de administración ¿Tú, que estudias?

-Aún no lo sé, pero estoy segura que haré lo que me guste – Hoyo sonrió, la chica que por cierto, aún no sabía su nombre, se notaba especial y única, nada a lo que él ya conocía.

La miro y solo vio como la azabache miraba al frente con una ancha sonrisa y sus ojos celestes brillando, miro al frente y se molestó. El motivo de su sonrisa y brillo en sus ojos era un hombre.

– Inuyasha – la escuchó murmurar y después avanzar sin dirigirle ni una sola mirada.

-¿Cómo estás? – escuchó preguntar al hombre de cabellera plateada larga amarrada en una coleta alta, con camisa y con las mangas arremangadas, al parecer era alguien exitoso.

-Muy bien – Inuyasha con disimulo miro sobre el hombro de la azabache al muchacho, frunció su ceño.

¿Qué es lo que planeaba ese debilucho con Kagome? Su Kagome.

Mientras Kagome le contaba cómo se había sentido con toda la experiencia de hoy, Inuyasha la tomaba de la cintura, guiándola para el coche. Con ese gesto esperaba dejar en claro al debilucho muchacho, que Kagome no estaba disponible para las intenciones que el planeaba con ella.

-¿Quién era ese chico? – pregunto Inuyasha después de unos largos sesenta segundos de silencio manejando por la carretera.

-Ah, cuando fui a la biblioteca mientras regresaba a casa, me he chocado con él y hablamos por un momento y después me lo he vuelto a encontrar aquí, en la universidad. Se llama Hoyo y estudia tercer año de administración.

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora