Capítulo 18

457 64 11
                                    


18

Con lentitud volteó su cuerpo en una media vuelta, encontrándose de frente con el cuerpo masculino poseedor de aquella aura oscura. Era un hombre de apariencia mayor, su cabellera larga y de un negro profundo con ondas, su piel muy blanca y sus ojos como un pozo sin fondo.

-Ángel oscuro – Kagome se zafo del agarre del hombre que emanaba solo pura energía negativa.

-Prefiero, Dios de la oscuridad – la corrigió con una sonrisa maliciosa, característica en él.

-Tú no eres ningún Dios – contradijo con mucho coraje Kagome, lo miro y llevaba un traje de dos piezas de color negro.

-Oh... Pero pronto lo seré. Con tu ayuda querido Ángel – poso su mano fría en el antebrazo de Kagome.

-No, yo no te ayudaré en nada – nuevamente se soltó del agarré que le daba escalofríos y empezó a ponerse nerviosa y un poco alterada.

-Tranquilízate y oculta tu aura ahora – demando autoritario, mirándola sin parpadear.

-¿No crees que sería demasiado sospechoso que la oculte? Estoy segura que sabes que me protegen pero que te buscan a ti ¿O no?

-Valla, eres lista – Naraku no borraba su sonrisa maliciosa y burlesca – Bien, acompáñame.

-No iré a ninguna parte contigo – mascullo y entonces lo lanzo por los aires con su fuerza y trato de huir, pero de inmediato fue lanzada contra la pared siendo inmovilizada con el cuerpo pesado de Naraku encima de ella.

-Quieta – demando con su boca rosando su oído. Kagome se dejó de resistir al ver que Naraku le superaba su fuerza.

-No te ayudaré en nada.

-Oh, claro que lo harás... si no quieres que tu noviecito humano salga herido – Kagome abrió sus ojos y se empezó a remover con desesperación – Quieta dije.

-No... no puedes hacer nada.

-Quédate quieta y mira – Kagome obedeció y miro como Naraku tomaba su perla oscura entre sus manos y esta empezaba a brillar haciéndola volver transparente y que logrará ver una imagen de Inuyasha deambulando por el campus de la universidad con una mirada desesperada.

-Inuyasha... -susurro y se contuvo en soltar un sollozo.

-En este momento el pobre te está buscando con desesperación al ver que su querida noviecita no llega a casa – acompaño el dramatismo en sus palabras con expresiones exageradas – Pero ¿Qué pasaría si de repente unas personas malas se cruzan en su camino?

-No...

-Oh también cuando este conduciendo, sufra algún accidente de tránsito con solo un movimiento de mis dedos ¿Qué te parece?

-No lo hagas, hare lo que quieras, pero a él no lo toques – con miedo de lo que podría pasarle a su peli plata acepto con obligación ayudar a Naraku.

-Ya nos entendemos – susurro en su oído soltando la perla de sus manos, volviéndola normal.

°°°

-¡Kagome, dios! ¿Dónde estabas? – la señora Izayoi e Inu No la habían encontrado varios minutos después de que Kagome había hablado con Naraku.

-Iza, Inu No – le mostró una sonrisa que solo ella misma sabía que era falsa - ¿Qué hacen por aquí?

-Seguimos tu aura ¿Por qué te tardaste tanto? – Izayoi le reprocho escaneándola de arriba bajo mientras que Inu No tenía su celular en su oído.

-Estaba estudiando en el departamento de una compañera – las tranquilizo, Izayoi miro su nariz y Kagome sabía que ella esperaba estuviera mintiendo, pero nada, su nariz siguió del mismo color.

-¿Estás bien?

-Estoy bien Iza ¿Dónde está Inuyasha? – ocultando su preocupación le pregunto, esperaba y Naraku cumpliera con su palabra.

-Ya lo llame y en estos momentos se dirige a casa, vamos, esta como un perro loco – Inu No también la miro y se guardó su mal sabor de boca para él mismo.

-¡No llames a mi hijo perro loco! Sí saco las características de un perro fue gracias a ti – y Kagome sonrió genuinamente al escuchar las palabras de su suegra.

°°°

Suspiro de alivio al ver que físicamente Inuyasha estaba bien, no le había pasado nada. Cuando él la abrazo ella se aferró a su cuerpo, ocultando sus ganas de llorar, de gritar y de maldecir a Naraku.

Tenía su felicidad momentánea pero aquel ser invadido por la oscuridad se la arrebataba.

Inuyasha sintió la necesidad de Kagome de querer ser abrazada y jamás ser soltada y se preocupó. Miro a sus padres por encima del hombro de su novia, pero ellos negaron de igual manera preocupados por lo que en realidad le había pasado.

-¿Cariño? ¿Qué sucede?

-Nada, nada – murmuro - ¿Acaso no te puedo abrazar? – soltó una risita para disfrazar su malestar.

-Por supuesto que me puedes abrazar – e Inuyasha la abrazó aún más hacía él.

Ya más tranquilos por la aparición de Kagome, cenaron como siempre, conversando entre risas y recuerdos divertidos del pasado o hasta del presente. Kagome e Izayoi se pusieron de pie dispuestas a ir a lavar los platos, juntas, como era lo habitual. En silencio terminaron de lavar los platos, ollas, cubiertos y vasos.

-Kagome...- Izayoi se giró a ella, la azabache se terminó de secar las manos y la miro con su mirada apagada.

-¿Sí? – Izayoi con un movimiento de sus manos la siguió observando.

-Acabo de hacer una barrera para despistar nuestras auras, aun se siente pero no pueden escucharnos ni vernos – informo – Está barrera no puedo ser interferida por nadie, ni por ninguna deidad poderosa a nosotras, así que dímelo ¿Qué sucede?

-Nada, ya te he dicho. No pasa nada – insistió Kagome.

-No sé qué te hicieron para que tu nariz no se ponga roja pero sé que mientes – con voz dura y mirada preocupada se dirigió a ella – Cuando Inu No y yo te encontramos, sentimos el aura de Naraku en ti. Tú lo sabes, yo lo sé, Inu No lo sabe, así que dime ¿Qué paso? – Kagome suspiro resignada y soltó una lágrima – Querida... - Izayoi la envolvió en sus brazos.

-Mañana... mañana tienen que volver al reino celestial.

-¿Mañana? ¿Qué va a pasar mañana? Kagome dime.

-No puedo decir más, no puedo decir nada más, él me lo impidió – Izayoi suspiro de manera derrumbada.

-Me quedaré contigo está noche.

-No, no harás eso, sí lo haces... Inuyasha saldrá herido.

-¿Qué está pasando?

-Solo hay que actuar con normalidad, solo eso...

-¿Tú?

-Es conmigo como él cumplirá su objetivo. En cuanto mi aura se deje de sentir, yo ya no estaré en este reino.

-No estás sola.

-Lo sé.

°°°

Mis queridos, recuerden que está semana actualizare Miércoles, Viernes y Sábado y dependiendo de las leídas y votos de mis obras, decidiré los días que serán para actualización.

Comentar y votar ¡Nos leemos! 

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora