Ángel

Capítulo 1

1

¿Qué es este lugar? Hay palacios muy raros aquí, y tampoco huele bien ¿Dónde están las nubes? ¿Por qué el piso se ve de este color? Aquí no hay luz. El piso se siente raro, es muy rasposo y frío. Me reincorporo ¿Dónde estoy? Tengo miedo. Lo único que recuerdo fue haber estado con la Ninfa Kikyo, en la horilla de la frontera que divide nuestro mundo de los humanos y por ultimo despertar aquí con un gran dolor de cabeza.

Mis alas están adoloridas y un poco sucias por la caída ¡Deberían de limpiar mejor el reino de los humanos! Recuerdo el entrenamiento de la sabia Kaede el cómo esconder mis alas por lo que hoy ejerzo lo aprendido.

Me reincorporo y estiro mi cuerpo, está un poco oscuro esta parte del reino de los humanos, sigo la luz que me recuerda a mi hogar. Al salir de la oscuridad veo a muchos humanos con vestimentas extrañas- nada parecido como el siglo XV- cubriendo todo su cuerpo, me miro a mi misma, mi falda entrelazada entre mis caderas y mi sostén en mis senos, ambos de color verdes con una franja dorada, está vestimenta me la creo la sabia Kaede, cada ser tiene un color digno de ellos. Mi cabello azabache está decorado con una diadema de metal dorada alrededor de mi coronilla y la perla celestial alrededor de mi cuello.

Los humanos mujeres y hombres me miran de arriba abajo a cada paso que doy, caminar por la tierra de los humanos no es nada placentero, los miro y también tienen pieles de una forma muy extraña cubriendo sus pies miro los míos y están sin nada, puedo ver que están un poco lastimados pero no siento nada, se curaran en unos minutos.

-¡Hey, Preciosa! – giro y veo que un humano me llama, no parece bueno, su mirada lasciva no me gusta nada. Decido ignorarlo y sigo la dirección en la que muchas personas van. Escucho murmullos sobre mí y el cómo estoy vestida. ¿Por qué se sorprenden? ¡Así vestimos en el reino celestial!

Me quedo en medio de un gran espacio de tierra vacío, los humanos dejan de trascurrir ¿Por qué? Veo a mi alrededor y lo único que escucho son sonidos ensordecedores. De repente siento que estoy volando y después aterrizo en la tierra sucia, me siento y veo mis piernas, tienen raspones y algunas cortaduras haciendo que liquido rojizo coloreen mi piel nívea, sino me equivoco – y mis leídas en los libros en el reino celestial- esto es sangre. Se ve muy hermosa en el color de mi piel, resalta.

Los humanos se empiezan a amontonar a mí alrededor hablando entre ellos y mirándome con sorpresa y miedo ¿Qué está pasando? Tal vez al igual que yo, nunca vieron este color teñirse con su piel.

-¡Por los dioses! ¿Estás bien? - ¿Dijo Dioses? ¿Conoce a algún Dios? Tal vez él pueda ayudarme regresar al reino celestial. - ¿Estás bien? – se arrodilla a mi lado con mirada preocupada.

-Estoy bien – respondo mirándolo embobada, su cabello plateado y sus ojos dorados ¿Tal vez sea un Dios? ¿O un guerrero?

-¡No lo estás! – Su voz es hermosa – Te llevaré al hospital, perdón por arrollarte - ¿Qué es hospital? ¿Arrollarme? – Te llevaré al hospital – sin esperar a que le responda me toma en sus brazos y se abre paso en el montón de humanos, se dirige a una carroza muy extraña, tiene cuatro ruedas y está decorada con cosas transparentes y también metálicas, abre unas de las puertas de la carroza sentándome en el interior.

Esta carroza es muy extraña, tiene objetos demasiados raros en su interior, el trono en el que estoy sentada es muy cómodo. Cierra con fuerza la puerta y después rodea para sentarse a mi lado, con sus pies pisa con fuerza algo haciendo que la carroza este en movimiento ¡Está carroza es demasiado rápida! Me siento como si estuviera volando solo que no recibo el aire en mi rostro.