Ángel

Capítulo 19

19

-¿Estás bien? – pregunto Inuyasha después de que se despidieran de sus padres.

-Sí, estoy bien – le dio un fugaz beso – ¿Vemos alguna película?

-¿Alguna en especial?

-Bueno... termine de leer el libro del que todo el mundo habla y... me enteré que tiene una película – Kagome se sonrojo levemente al decirlo.

-Te refieres a ¿50 sombras? - con una ceja picara le pregunto.

-Sí, ese.

-¿Estás segura? Por lo que me dijeron es algo... explicita – le advirtió.

-Creo que no podría ser peor que el libro – se encogió de hombros.

...

-Valla...- susurro Kagome sin poder apartar la vista del televisor, la escena en donde los protagonistas tenían relaciones por primera vez la tenían entretenida.

-¿Kagome?

-Esto es... muy explícito – murmuro sintiendo cosquillas en su vientre bajo.

-¿Kagome?

-Es... es...

-¿Cariño? – Inuyasha le susurro en su oído al verla demasiado entretenida en la escena de película. Kagome se sobresaltó a su lado terminándole sonriendo.

-Creo que fue suficiente de 50 sombras – le sonrió con nerviosismo.

-Explicito ¿Cierto? – Inuyasha apago el televisor.

-Explicito, sí – Inuyasha le dio un beso y se puso de pie.

-Me voy a dar una ducha para dormir ¿Te veo en la cama? –Kagome asintió e Inuyasha se marchó de la sala empezando a subir las escaleras.

Kagome entonces volvió a su realidad, en unas horas más, tendría que encontrarse con el ángel Naraku para que él la pudiera utilizar.

Quería aprovechar cada segundo junto al peli plata, quería recordar cada momento con él, como discusiones, sus risas, sus besos, sus caricias subidas de tono y ahora... quería recordar algo más. Se puso de pie y subió las escaleras pausadamente después de pensar en lo que quería, en lo que deseaba.

Escucho el agua correr al chocar con el suelo detrás de la puerta de madera, Inuyasha ya se bañaba y su decisión estaba encendida. Abrió en silencio la puerta y miro el interior, las puertas de vidrio dejaban ver el cuerpo esbelto de Inuyasha de la parte de atrás. Su trasero se notaba muy bien formado y firme, al igual que sus piernas bien curvadas y su espalda...

Definitivamente lo que estaba disfrutando era la excitación... excitación al ver a Inuyasha desnudo a solo unos pasos de ella.

Descalza empezó a acercarse e Inuyasha al escuchar los pasos se limpió el agua de su rostro y la miro. Observó como a paso decidido se acercaba con una sonrisa y brillo en sus ojos.

-¿Cariño? – la llamo, pero ella no respondió y abrió la puerta de cristal del baño, encontrándose solo a unos centímetros, en la habitación de pronto la temperatura subió.

-Inuyasha... - su voz por poco sonó a un ronroneo, Kagome puso su mano pequeña y blanquecina en su pecho empujándolo hasta atrás adentrándose ella igual a la ducha.

-Kagome... ¿Que... que haces? – tartamudeo Inuyasha cubriéndose su anatomía muy bien proporcionada.

-Quiero... te quiero a ti – el vestido de tela fina de Kagome se empezó a mojar y a hacerse transparente, dejando ver que debajo no tenía sostén.