Especial Navidad.
Como solía hacer el equipo, las fiestas en las que podían reunirse, se reunían.
Entre ellas estaban las navidades, claro.Corán fue el foco de la idea de celebrarlo esta vez: de Corán fue a Hunk, de Hunk a Pidge, de Pidge a Lance y de Lance a voces al resto del equipo. Tu háblale de fiesta, que se va a negar él...
Estaban ahí, cenando todos juntos, en la mesa rectangular.
Si Hunk cocinaba siempre era por algo.
Los platos eran insuperables.Lance se concedió el capricho de ayudarlo a servir y a llevar los vacío a las cocina.
Arremangó las mangas de su camisa en unos de los viajes y Keith, acabando su postre, se quedó embobado. Si ya con camisa iba sexy, con las mangas arremangadas... se podía morir.
Shiro observó como Keith perseguía con los ojos los brazos de Lance. Y a Lance, a Lance también. A sus brazos y a él.
Sonriendo le murmuró.-¿Quieres ayudarlo? -miró al mayor. Negó.
-No, ¿por que iba...?
-Te has quedado mirándole.
-No, es qué... -le interrumpió el mismo rey de roma.
-¿Tomamos algo? -dijo sonriendo el cubano.
Y vaya que si tomaron algo.
Todos sentados en los sofas, hablando, con cafés, bebidas calientes y bebidas alcohólicas. Tampoco eran chupitos de tequila pero tampoco eran vasitos de zumo. Ya sabeis, alcohol suave medio.Keith estaba junto a Lance en la cocina, dejando vasos aparte. Se miraron.
-Llevas los botones mal. -murmuró Lance. Keith rodó los ojos y se dejó hacer. Miró al cubano de cerca. En mencionado estaba demasiado concentrado abrochandole los botones bien. Al separarse ambos se miraron y tras unos segundos de sólido silencio se sonrieron.
-Estas muy guapo Lance. -murmuró Keith. El moreno sonrió de vuelta.
-Tu también. -le acaricio el mentón. Odiaban los comentarios pastelosos, pero cuando lo pedía la situación, lo pedía. Lance miró la puerta de la cocina, y con una sonrisa victoriosa, le llevó a Keith a base de pasos suyos y traspiés ajenos. Arriba de esta colgaba unas hojas de muerdago.
-¿En serio? -murmuró el azabache. Lance sonrió victorioso.
-¿Es que vas a romper las normas de la Navidad? Por que no lo digo, lo dice la Navidad. -con una sonrisa acarició la tela de su camisa. Miró a Keith a los ojos. -Vamos, dime.
-Te odio. -murmuró. Lance sonrió y del mismo cuello de la camisa le acercó a su rostro.
Sus labios se acomodaron entre los suyos. Keith cerró sus ojos. Se le hizo eterno. En el buen sentido.
Sentía miradas provenientes del salón.Estuvieron un ratito allí. Entre risas y vasos Pidge le puso un gorro de Papá Noel. Si, ese que en verdad es un invento comercial. Aún así Lance estaba muy gracioso con el gorrito.
Entre risas y chistes malos Lance acabó haciendo una imitación patética del mismo.Acabo llevándoselo a casa sin darse cuenta.
Al llegar el moreno se sentó en el sofá, cansado. Se estiró y dejó que su cuerpo resbalara por el cómodo mueble.
Keith le miró de reojo negando y riendo.-Pareces un Papá Noel de verdad. Uno de los que debe jubilarse. - Lance se echó a reír.
-Si me vuelves a llamar viejo te dejaré sin regalos. -Keith rodó sus ojos riendo. Entonces a Lance se le encendió una bombillita. Una de las malas. -Dime... ¿has sido malo este año? -sonriendo se enderezó suavemente en el sofá. Keith giro su cara alzando una ceja.
-Me niego. Me niego con el gorro de un viejo que cumple sueños infantiles.
-Puedo cumplir tus sueños adultos. -le guiñó un ojo.
-Lance, vas a acabar durmiendo en el sofá. -salió del salón. Lance se levantó y le siguió corriendo.
-¿Y con una corona de rey mago? ¿Te pone más así? ¿Keith?
Si daba igual, acabaría diciéndole lo malo que había sido, sentado en su muslo y con la boquita cerca de la ajena.
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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
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Klance // One Shots [2da Temporada]
Sonstiges2da temporada de: Klance One shots. Lance. Creído, arrogante, latino, coladito por el chico de la melena. Keith. A la defensiva, salvaje, inocente, perdidamente loco del moreno. ¿Quien diría que ayer se mandaban a la mierda y ahora se están comiendo...