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Keith le había mandado un mensaje con su localización.

-Le dan un trabajo y no sabe como decirme donde está. Genial. -murmuró riendo el cubano. Suspiró y emprendió camino, con sus gafas de sol y su playera de manga corta color cielo, sus vaqueros desgastados y sus bambas claritas.

Keith estaba en su turno.
Trabajaba en uno de esos establecimientos que servían café y bollería.

¿Star...dust? Si, Stardust. Creo que es así, pensó Lance.

Tras una caminata de unos 3 minutos mínimo, llegó al centro comercial.
Buscó en uno de esos mapas de los paneles a las entradas y se dirigió al Stardust.
Y pudo ver su melena moverse tras la gorra.

-Gracias. Vuelva cuando quiera. -murmuró el coreano. Se dió la vuelta y buscó un vaso. Notó la presencia de otro cliente. -Hola. ¿Qué desea? -dijo en un tono amable pero sido y serio. Vamos, que estaba cansado.

-Su teléfono. -dijo sonriendo el cubano.

-Lo siento pero yo no... -Keith se tiró. Vió como Lance se quitaba sus gafas y sonreía. -¡Imbécil! -dijo el coreano con una sonrisa en su rostro que cambio su expresión totalmente.

- Soy todo un genio del disfraz.

-Un payaso eres. -dijo el coreano, sonriendo, con su rostro acomodado en su mano. Y su brazo apoyado por su codo. Sonreía de forma tonta. -Anda, dime que quieres.

-Un capuccino. Con mucho azúcar. -el cubano miró su alrededor. -Para tomar aquí anda.

-Voy enseguida a tu mesa. Me pilló ronda libre. -murmuró sonriendo. -Ahora te lo llevo. -sonrió y se giró para preparar el café.

-Vale culazo. -murmuró el latino. Keith no le entendió. Nadie lo hizo. Sólo el que sabía español.
De hecho una chica de piel canela se giró confundida al oírle.

Lance le esperó en la mesa.

Keith llegó sin el delantal. Sólo con la ficha colgada en su camiseta.
Volvió con dos vasos y una cajita.

-Ya era hora. Le pondré queja a la empresa. -Keith rodó sus ojos.

-Vete a la mierda. -se sentó a su lado.

-¿Qué tal el día? -murmuró el cubano.

-Bien, bueno...

-Bien no que vaya tono de mierda seca usabas para los clientes. -Keith miró su vaso.

- Es que esto me aburre. Y me agobia.

-Keith ganas pasta. Todo es conseguir dinero. -murmuró el cubano.

-Me gustaría verte aquí.

-Keith, he currado de cajero. Es mil veces peor.

- Si tu lo dices... -dio un sorbo a su te frío. Lance le miró y miró la cajita.

-¿Que hay ahí?

-Ah, muffins. Había uno sólo. Están ricos. Son de arándanos.

-¿En serio? - Lance le dió un mordisco y puso mala cara. -No me gusta.

-Pues para mi. -Keith le dio un mordisco en el mismo lado. Lance sonrió al darse cuenta de su vaso.

-¿Así que Lance <3? ¿Tú, dibujando corazoncitos? -Keith sintió calor en sus mejillas.

-La última vez que vienes por aquí.

- Si si. Ya veremos. -el cubano sonrió y beso numerosas veces su cara.
Keith sonrió y se dejó mimar.

Acabó su turno libre. Lance le ayudó a recoger sus propios vasos.

-¿Te espero aquí?

-Me haces un favor. Sólo tengo media hora.

-Vale. Estaré dando una vuelta por el centro comercial. -acercó a él desde la cintura y dejó un beso en su boca. -Te quiero. No te canses.

-No. -dijo con una sonrisa tímida. Lance se despidió, se puso sus gafas y dió la vuelta. Keith miró su culo desfilar.
Posó sus dedos en sus labios.
Sabía a leche y canela.

Acabó encontrando a Lance sentado en un banco. Llevaba una bolsa negra sospechosa.

-¿Que llevas...?

-Muffins de chocolate. Ah -miró la bolsa negra. -ahí llevo condones y unas medias preciosas. -Keith abrió sus ojos. -Para disfrutar Keith. -se levantó y pasó por su lado. -Para mí y para ti. -susurró. Y se alejó.

Keith corrió a su lado y abrazó su cintura.


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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]

Klance // One Shots [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora