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Lance se quiere reír pero no puede. Keith le tapa la boca con la palma de su mano. Lance ha clavado sus ojos en los de Keith, que a diferencia de los azules miraban a través del hilo entre la puerta y el marco de esta misma. Es cuando deja de escuchar voces ajenas cuando mira a Lance. Están en un cuarto a oscuras, ahora mirandose.

-Ya. -susurra. Lance se ríe en voz baja. Es lo que tarda en dejar de reír en abrazar del cuello de Keith y volver a lo que estaban haciendo. Keith abraza su cintura y sube lentamente sus manos por su cuerpo, por las curvas masculinas. Por cada músculo y cada trozo de tela.
Sus labios están luchando por ganar al contrario. Se tienen tantas ganas que se llegan a odiar. Pero no el odio establecido. Un odio positivo. Tal odio como ansiar al contrario, como no querer le lejos. Por que eso es lo que odian: la lejanía del cuerpo ajeno.
Lance se separa para mirar sus labios hinchados debido a los besos. Keith vuelve a asomar su rostro por la puerta. Ni un alma, ni un simple sonido. Perfecto.

-Ahora ahora. -susurra Keith. Cierra la puerta con el mismo peso de su mismo cuerpo. Lance le tiene contra la madera de esta. Keith tiene sus manos en sus mejillas. Lance, en cambio, le ha hecho separar la cintura de la puerta para poder dejar sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón.
Y claro... empieza a molestar y a sobrar la ropa. Entre el calor y las ganas de comerse...

Keith termina apoyado por sus manos, en la cama. Lance detrás suya, acariciando su piel de porcelana. Como adora dejar esa piel pintada de un suave bermellón y un ligero violeta. Ama ver al día siguiente su cuerpo cubierto por pequeñas mariquitas en cada zona llena de pecados.
¿Pero sabéis que más ama? Oir a Keith. Oir la voz de Keith romperse y quebrarse. Oírle pedirle más de forma un poquito tímida. O tal vez no...

-Lance... -susurra apretando las sábanas.  -Lance más... -dice de forma un tanto furiosa. Lance, con una fina capa de sudor que adhiere su pelo a la frente, gruñe. Y tal vez se viene arriba. Ambos saben que ninguno va a hacer nada que al otro no le guste. Y se conocen.
Lance coge la melena de Keith y eleva  su cabeza hacia la suya. Y con ese simple acto le roba un suave gemido.

- Keith...

-Lance... -ambos se emborrachan con el nombre ajeno. Keith empieza a gemir con más rapidez, y eso le afecta a Lance.  -Lance... -entre gemidos organiza la frase. - Lance... mis... pier...na...ah.. -Keith no puede acabar. Lance le vuelve a dejar en su pose actual... más o menos. Con su mano en su cabello le deja inclinado hacia delante. Y con más rapidez empieza a agudizar el mismo su propia voz. Lance, el de arriba. Que ser el de arriba no te llena de más o menos hombría... ni ser el de abajo te la quita.
Keith clava sus uñas en la almohada y entre gemidos ahogados y gruñidos acaba en el clímax.

Están en silencio de nuevo. Lance se ha dado el gusto de asearle bajo las sábanas.

-¿Hemos alzado mucho la voz?... -dice Lance en voz baja, con la voz cascada.

-Ni idea. -murmura cansado el coreano. -Tu... hazte el loco. -Lance sonríe. Deja que Keith le abrace por la cintura.

-¿Te duele?

-¿El culo? Pues...

-No, cuando caiste del cielo... -Keith le mira durante unos segundos. Y tras estos, se gira.

-Descansa.

-Oye. Oye espera. Un beso de buenas noches.

-No es de noche.

-¿De buenas tardes?... -acomoda su rostro en su hombro. Ahora le abraza el. -¿Tío? ¿Keith?

Y si, resultó que algo si les oyeron.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]

Klance // One Shots [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora