- Joder joder y joder. -susurro el coreano.
-Keith no es mi culpa, ¡iba pegado al carrito! -Lance corrió con Keith por los pasillos.
Ambos miraban por los pasillos como si las vida les fuese en ello. Y es que actualmente las vida les iba en ello.
-¡Klaus! -gritó el coreano.
-¡Klaus! -repitió el moreno.
Ni rastro.
Estaban en el centro comercial, en uno de esos hipermercados, que son ultra grandes y con mil millones de secciones.
secciones.
Y se habían llevado al peque.
Y el peque de había soltado de la mano de su padre para coger el carro con una mano.
Y ahora ya no estaba.
Había desaparecido.Keith frenó en seco y miró a Lance.
-¿ Y si le han secuestrado? Y si... y si... -suspiró de forma pesada. -¿ Y si le están haciendo algo Lance? Y si a nuestro hijo... y si Klaus... -escucharon algo de fondo similar a un timbre de aviso.
-Keith, relájate. -no quería admitir que temía lo mismo que él. -No nos iremos sin él de aquí... sólo hay que... -escucharon de fondo algo.
-... padres de Klaus Kogane McClain, acusan a las cajas de la salida. Gracias por su atención... -ambos se miraron. Y emprendieron carrera hacia las cajas.
-¡Somos los padres de Klaus Kogane! -dijo el coreano, entre jadeos y una notable escasez de aire. Le cajere le miró sorprendide. Llamó por el teléfono y les indicó entrar antes de pedir información del menor. Para prevenir problemas mayores.
Entraron y vieron al pequeño con una piruleta azul.
-¡Papi! -miró a Lance. El crío de 5 años estiró sus brazos. Lance respiró con gran alivio.
-Es el padre ¿no? -preguntó une trabajadore del lugar. Keith negó.
-Somos sus padres.
-Perdón. -dijo avergonzado. -Está bien. Simplemente le han encontrado sentado en el suelo, en la sección de lavadoras. -le dijo al coreano, mientras Lance le abrazaba y le acariciaba su cabecita.
Keith miró a Lance de reojo.
-Genial. -miró a quien le hablaba. -Muchísimas gracias.
-A ustedes. -Lance salió junto a sus dos hombres.
Klaus estaba abrazado a su cuello, con la piruleta en su boca.-Le habías dejado sólo en la... - se aguantó una palabrota. -En la maldita zona de lavadoras.
- Se ha ido él.
-Papá.
-No puedes perderle así como así. -murmuró el coreano molesto.
-Perdón, pero el niño es de ambos.
-Papá. -susurró el peque de nuevo.
-Pues ahora tenemos que buscar nuestro maldito carro. Lo hemos dejado en mitad de la tienda.
-Papá. -dijo tirando de su camiseta. Keith miró a su hijo.
Estaba bien, después de todo.-Perdona Klaus, dime. -le acarició la mejilla, en un tono mucho más suave.
-Quiero más. -murmuró. Movió el palito de la piruleta.
Recorrieron la tienda buscando el carro.
Lo encontraron, pero medio vacío.
Hay mala gente en el mundo.
Dieron la vuelta al hipermercado y encontraron las piruletas
Eran rojas, pero Klaus las quería.El peque se durmió en el coche con la piruleta roja en su labio interior.
Lance se aguantó la risa todo el viaje, igual que Keith.Ese enano era la perdición de ambos.
Nota:
Todas las palabras que veáis tipo las subrayados en este one shot las escribo así ( o intento hacerlo) por algo llamado lenguaje inclusivo.
No quiero darle un género a alguien irrelevante en la historia, así que para no ser tan normativa y tal prefiero darles género neutro.
El lengua inclusivo básicamente visibiliza cualquier género y cualquier tipo de persona sin usar el masculino o el femenino.▫▪◽◾◾◽▪▫
[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]
ESTÁS LEYENDO
Klance // One Shots [2da Temporada]
Acak2da temporada de: Klance One shots. Lance. Creído, arrogante, latino, coladito por el chico de la melena. Keith. A la defensiva, salvaje, inocente, perdidamente loco del moreno. ¿Quien diría que ayer se mandaban a la mierda y ahora se están comiendo...