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Donde Keith es un ángel
y Lance un demonio.


E

l limbo es un buen lugar.
No huele a almíbar y hierbabuena ni a azufre y papel quemado.
Huele a petricor. Huele a día nublado.
Huele a libertades y almas que rondan por donde quieren cuando quieren.

Keith ya tenía la manía de bajar y pasar las tardes libres por allí.
Ser el segundón del cielo es un coñazo.
Siempre había deseado tener un papel importante pero... también tener un respiro.

Hablando de respirar.
Coge aire y arruga la nariz al sentir ese aroma.
Ah, si. Ese aroma...

-Se que estás ahí... -una figura está apoyada en una de las muchas paredes del limbo. Esboza una sonrisa maliciosa y pega su piel desnuda a los ladrillos del muro. - ...Lance... - murmura mirando el infierno desde el suelo del limbo. Si levantas la cabeza, el cielo cubre el puesto más alto en escalones inmortales.

-Me tienes marcado eh. -dice sonriendo el chico de piel morena y desnuda. - Me reconoces con el olor. Que mono. -el moreno sonríe y se coloca de pie a su lado.

Keith sólo se levanta, sacude El velo que cubre sus muslos y mira al castaño.

-Que haces aquí.

-Dar un paseo.

-Para dar paseos tienes todo el infierno. Es todo tuyo.

-Ah, no. Ahora ya no. Por desgracia. -el azabache suspira y alza una ceja.

-¿Y?

-Que me gusta venir aquí. -Keith sólo fija su vista en el infierno una vez más.
Tiene prácticamente delante de sus ojos, allí abajo, un trozo de piedra vacío. Perfecto para ver el limbo desde el infierno y perfecto para ver el infierno desde el limbo.

-Sabías que estaba aquí. -murmura Keith son apenas mirarle. - Lance sonríe y mira las tierras del destino a las que pertenece. -Vete.

-No.

-Lance. -no se miran. Miran el infierno. - Si nos ven no tenemos tierras para huir.

-Las tendríamos. -mira de reojo al azabache y sonríe. -Tendrías todo lo que quisieras. -susurra en ese tono que le pone la piel de gallina a Keith.

-No podríamos. -recalca.

-Venía a verte. A verte y... a por un abrazo. -murmura el moreno.
Sigue siendo tan descarado como siempre.
Sigue llevando el pecho al aire, sigue llevando ese choker negro en el cuello y sigue llevando una sonrisa en la boca.
Sigue oliendo a azufre.

Abre sus brazos y se acerca a Keith.

-No. Para. - el castaño frunce el ceño. - Me quemarás. A mi y a mis alas. Ya dolió lo suficiente en el primer abrazo. - murmura en voz baja.
Y es que no quemaba si él era quien daba el consentimiento. Sólo si él era quien lo iniciaba.
Si Lance es lujuria, Keith es cariño.

Abre sus brazos y envuelve al castaño con ellos.
Lance sonríe suavemente y abraza la cintura fina de Keith.
Lo necesitaba.
Quería un abrazo.
Uno de él. De ese ángel.
De su ángel.
Cierra sus ojos y gira su cabeza hacia su cuello.
Siempre huele tan bien... piensa Lance.
Keith coloca su cabeza en su hombro.
Siente como cada vez el calor aumenta.
Es tan cálido...
Sabe que si están así mucho rato terminará quemándose.
La cara de Lance es ahora algo más triste.
Suspira y abraza con más fuerza al ángel. Y el ángel al demonio.
Lance acerca una mano a su cabello y hunde allí sus dedos.

Y acerca sus labios a su cuello.

Y allí planta un beso que podría dictar la guerra en cualquier lado.


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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]

Klance // One Shots [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora