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Continuación capítulo 74.
Por petición popular.

Se alargó la cosa.
Lance se tiró algún que otro mes de más.
El asunto mejoraba pero, aún así, Lance seguía sin escuchar nada.
Keith acudía cada unos de los días de la semana a estar con él. Desde las 9 de la mañana hasta la noche.
Es más, insistía en dormir con él.

-Me quedo en el sofá. -escribía Keith en la pizarrita. Lance negaba y se levantaba corriendo de la cama. El mareo inundaba su cabeza. Aún así se negaba. -Me quedo. -subrayaba y redondeaba Keith. Lance se enfadada y se dormía de espaldas a él.
A mitad de noche se despertaba, muerto del miedo por la sordera y el temor a que pasara algo. Tiraba de la camiseta de Keith. Keith se despertaba y veía a Lance con las mejillas húmedas. Siempre reaccionaba igual.
-¿Que pasa? Eh, eh no llores. Mierda no me oyes... -murmuraba en voz baja. No encontraba la pizarra y tan sólo se sentaba en su cama y le abrazaba. Lance agarraba con fuerza su camiseta.
Así casi todas las noches.

Hasta una de las madrugadas, casi mañana.

Eran las 6:30 de la mañana y Lance no dejaba de gruñir. Empezó a llorar. Dolía, le pitaban los oídos y dolía como el mismo infierno.
Golpeó el colchón con pues y puños. Hasta que Keith se despertó.

-Lance que... -escuchó su gruñido y después su quejido y llanto. Keith se despertó de golpe y descalzo fue hacía el lado donde Lance estaba tumbado. -¡Lance, eh! -Lance sólo escuchaba como un montón de agua. ¿Sabéis cuando tenéis otitis? Pues ese sonido y sensación. Pero peor, ya que Lance estaba sordo. -¡Mierda! -Lance agarró la camiseta de Keith al ver como se iba a por la pizarra.

-¡D...du... due... le! -dijo como pudo en voz alta. Keith corrió al pasillo. Gritó por une enfermere.

Se llevaron la camilla de Lance.
La camilla volvió vacía.
Shiro entró a la habitación y encontró a Keith en el sofá, con los codos sobre las rodillas y las piernas separadas. Una de ellas se movía nerviosa.

-Keith. -el coreano le miró. -Están en ello. Todo va bien.

-Le dolía Shiro. No le has visto. -sentenció con miedo. -Estaba llorando, incluso ha hablado. Llevaba mucho sin...

-Keith. -frenó su ira. -Está todo bien. -pronunció cada palabra lentamente. - En seguida nos dirán más.

Y así fue.
Shiro estaba fuera hablando con alguien. Keith estaba ahora mirando por la ventana. Prefería no pensar en el tema. Mejor pensar en lo lejos que había llegado la coalición Voltron, en que el estuvo más lejos que esas nubes tontas.

Escuchó la puerta y unos pasitos. De giro y vió a Lance con un gotero, la típica bata de hospital y algo como vendas en los oídos. Keith corrió y buscó la pizarra.
Lance le cogió el brazo y negó. Señaló su boca.
Keith frunció el ceño.

-¿L...Lance? -el cubano sonrió. Se le acumularon miles de lágrimas en los ojos, y la sonrisa de ensanchó tanto que se le rompió. Se tapó la cara y se echó a llorar con ganas. Con todas las del mundo.

Después de largos meses, escuchó la dulce y ruda voz del chico de la melena.
El que había estado día si y día también con él y con la pizarra.
Quien le había escrito tanto cómete todo el plato como buenas noches o echo de menos tu voz.

-¡Keith! -dijo en pleno llanto. -¡Te oigo Keith! -el coreano le abrazó con tanta fuerza que notó su corazón chocar contra su propia piel.
-Te he echado de menos... -gimoteó entre lágrimas.

-Y yo a ti. -murmuró el coreano.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]

Klance // One Shots [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora