"Ocurrirá de repente, en un descuido tuyo, mi recuerdo aparecerá en tu mente. Algo en el aire te recordará mi perfume, sentirás el mismo latir en tu corazón que la noche en que por vez primera se unieron mi aliento y tu respiración"
Antonio Mateo Allende
Marlow cerró la puerta mientras ella tomó el papel en sus manos con preocupación y apuro, quitó el lacre y la abrió.
Excelentísima dama:
Lamento molestarla en sus labores y bordados, pero esta situación está excediendo los cortos límites de mi paciencia. Entenderá que el tiempo que ha pasado es el suficiente para que vayamos cerrando el negocio que nos incumbe a ambos. Supongo que Lord Philip le ha comentado esto que ya se lo he dicho a él en persona. No quiero verme obligado a enseñar ciertas misivas comprometedoras que acabarían con su buen nombre e incluso me atrevo asegurar, con la vida de su nieto.
Espero pronta y satisfactoria respuesta de su parte, que de otro modo tomaré como una negativa.
Capitán J. Fairfax.
Apretó el papel con sus manos dejando sus nudillos blancos y tensó su cuello del desagrado de encontrarse en esa situación. Se acercó a la vela que estaba junto a la ventana y acercó el papel a la llama mientras observaba como consumía la tinta y cada una de las letras. Un movimiento a través de la ventana la hizo aguzar la mirada y detenerse en el borde de un vestido que se acercaba a la puerta trasera de Burghley. Las comisuras de su boca se apretaron en un leve frunce mientras llamaba a Betsy con la campanilla.
—Sí milady.
—¿Lady Marianne?
—Descansa en su habitación milady.
Lady Georgiana cerró los ojos por un breve instante y las arrugas alrededor de sus ojos parecieron volverse más profundas.
****
Marianne subió las escaleras lo más rápido que pudo sin hacer ruido, Betsy la interceptó en la puerta de la habitación.
—¡Señorita! Menos mal que llegó... —Apretó sus manos. —Lady Georgiana preguntó por usted hace un momento.
—Gracias Betsy... gracias porque puedo contar contigo.
Sonrió mientras abrió la puerta y ella entró cerrando con llave tras de sí.
Suspiró aliviada debido a la corrida y a los nervios que los llevaba a flor de piel. Se apoyó contra la puerta mientras tocó sus labios que habían sido acariciados por Henry, sonrió ante los recuerdos de aquella tarde compartida y de lo especial que era aquel hombre que le hacía olvidar las convicciones que había llevado toda su vida, las que su madre había transmitido y de las que se había convencido a si misma cada vez que sentía la vara de su padre sobre su espalda o sobre la de su hermana. Se acercó a la mesa y tomó pluma y papel.
Querida Em:
Quisiera contarte en esta corta carta todas las cosas que siente mi corazón que te extraña cada minuto y me siento egoísta por eso, por quererte abrazar sabiendo que estás bien y disfrutando de esta oportunidad tan grande que Dios nos ha dado.
¿Cuándo vienes de visita? Por favor dime si lo sabes, y sino, espero poder verte en Londres cuando vayamos con Anne y Philip.
Burghley se ve cada día más hermosa, el bosque esta precioso y el pozo esperando una tarde que podamos volver a meternos en él como lo hacíamos antes.
ESTÁS LEYENDO
Nunca Por Amor
Historical FictionCOMPLETA. Historia de amor de época de la Regencia inglesa. Marianne Kellet jamás se casaría por amor. Nunca cometería el mismo error que su madre y que tantas desgracias le había traído. Henry Hawthorne amaba su libertad sobre todas las cosas y des...