Cap.: 18 - Un paraguas púrpura

17 0 4
                                    

### Narra Jimin ###

Corría por la calle lluviosa. No sabía exactamente donde. Lo había hecho. Había dejado a Marta en un parque muy peligroso bajo el agua que caía del cielo. No me sentía orgulloso pero había permitido que me hiciera daño. Intentaba irse con otro cuando estaba conmigo y cuando ese le dio calabazas se vino conmigo. Tenía razón en enfadarme. Pero no estaba enfadado. Mis ojos simplemente derramaban lágrimas y mis pies corrían hacía un destino que ni yo sabía.

Cansado de tanto correr y llorar caí de rodillas rendido al suelo en medio de una calle oscura. Continuaba llorando pero no tenía fuerzas para correr.

- ¡Eh! - me chilló una voz detrás de mí - ¿¡Estás loco!? ¡Está lloviendo un montón!

Sin quitar mis manos de los ojos oí como sus pasos se acercaban a mi corriendo. Y cuando ya no los oía, esa persona se arrodilló a mi lado mojándose los pantalones y nos cubrió a ambos con el paraguas, como había hecho yo anteriormente con Marta. Sin pensarlo abracé a esa persona dejando caer mis lágrimas encima de su hombro.

Sabía que eso era extraño. Aún no había visto el rostro de la persona. Así que me alejé de su hombro para ponerme cara a cara.

Era un chico de pelo verde. Tenía los ojos achinados como yo y una piel muy blanca. Su sudadera negra de cuadros se camuflaba con la oscuridad de la noche. Y lucía un aspecto así:


























- Hola - me susurró enrojeciendo y bajó su cabeza para que dejara de mirar a sus pupilas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Hola - me susurró enrojeciendo y bajó su cabeza para que dejara de mirar a sus pupilas

- ¿Quién eres? - sentía que no podía dejar de observarlo.

- Min Yoongi, llámame Yoongi - alzó su mirada con los mofletes rosados, me dió una sonrisa tierna y honesta y me preguntó - ¿y tú?

- ¿Yo? - su mirada de repente me impactó como una flecha a mi pequeño corazón roto y sentí como me cosía la herida - Yo... - bajé mi mirada poco a poco pasando por su nariz que la tenía rojiza por el frío y llegando a sus labios que a pesar de las bajas temperaturas los tenía húmedos y de buen color - Yo... creo que soy... bisexual

Un impulso me hizo cogerlo por la nuca y empotrarlo contra mis labios.

Durante ese beso ya no sentía las gotas de agua golpear con fuerza al paraguas. Ya no sentía tristeza y mis lágrimas pararon de caer. 

Ese chico.

Ese chico giró mi vida completamente y me sentía lleno besándolo. He amado a Marta. Y sentía cosas similares por ese galán de paraguas púrpura.

Quizás era demasiado lanzado.

Quizás me faltaba conocerlo.

Quizás...

Pero ese momento era perfecto.

J.E.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora