Cap.: 28 - Amor odio

10 1 0
                                    

### Narra Anna ###

Observaba a Marta, a Cody y a Elisabeth des de la lejanía.

"Marta, lo siento, se que te he hecho daño pero Erick podría haberte roto mucho más el corazón."

"Elisabeth, no es que me caigas muy bien, estás un poco loca y dices que eres hija de los reyes de Inglaterra pero eres muy madura y necesito que cuides de Marta mientras yo no puedo."

"Cody, te echo de menos. Mañana será tu cumpleaños y necesito abrazarte."

- ¿Anna? - Albert me hizo quitar la mirada de mis tres antiguos amigos que hablaban sobre los niños del campo de fútbol.

- ¿Sí? Perdón...

- Te he preguntado que si sabes por qué Marta no viene con nosotros.

- Es una historia muy larga...

Unos gritos que venían des de la puerta del patio se acercaban a mí. Miré qué es lo que sucedía y de entre una multitud de niñas chillonas vi a Erick con unas gafas de sol. No hacía sol. Con una dirección clara venía hacía mi grupo. Crucé los brazos y alcé una ceja. Cuando estaba lo suficiente cerca para oírme le dije:

- Si buscas a... - pero él no se paró enfrente de mí. Siguió andando hasta estar a un dedo de mi rostro. Entonces pasó su brazo por mi espalda y me empujó a sus labios.

Mis amigos me estarán viendo...

Las niñatas chillonas sacaron sus móviles y empezaron a hacer fotos.

Marta me estará viendo...

En ese momento esperaba que Erick volviera a la realidad y dejara de montar esa escena innecesaria ya que sabía que si continuaba con el beso las fotos se duplicarían y terminarían en los periódicos otra vez.

Cody me estará viendo...

Por suerte Erick paró pero sabía que era tarde. Todos los ojos lo habían visto.

- Nos vemos, guapa

Miré a Albert, Nerea y su novio que estaban en una esquina mirándome como si fuera un monstruo. Claro que era un monstruo. Des de su punto de vista era una traidora, me había ligado al crush de mi amiga. Me sentía como un monstruo.

Respiré hondo mirándolos, rogando con mi mirada que no me juzgaran.

Cogí a Erick por la camiseta.

- Cariño - forcé una sonrisa - ¿podemos hablar?

Lo cogí de la mano y me lo llevé corriendo para que la gente no nos viera juntos durante tanto tiempo hasta dentro del instituto.

Pedí a las niñas que me grababan con sus móviles que se fueran y así lo hicieron.

Yo y Erick nos metimos en el laboratorio de ciencias solos.

- ¿Tú eres idiota? - le chillé cundo cerré la puerta.

- Así no deberías hablar a tu novio

- Yo no soy tu novia, no me vuelvas a besar

- Te recuerdo que fuiste tú quien lo empezó todo. Mira, niña, he subido el índice de audiencia después de los Nobel y ¿qué quieres que haga? ¿que les diga a todos que es una farsa lo de la nueva relación?

- No me llames niña, idiota, y me da igual lo que les digas a tus puñeteros fans. Eres un egoísta imbécil e hipócrita que cree que puede romper el corazón de Marta y salir sin una gota de sangre. No sabes con quien te has metido. Crees que la vida es fácil pero no lo es. 

- Ey, yo no he dicho nada de Marta. ¿Quieres meterla en todo esto? Vale, fácil. Ella te odia ahora mismo. Pero a mi me sigue amando. Sigue enamorada de mí. Sigo apareciendo en sus sueños. Cuéntale que todo esto ha sido una farsa. Yo le contaré que intentaste ligar conmigo. Sí, es mentira. ¿Y a quién crees que creerá?

- Eres un cabrón.

- No debiste chafar mi plan. Yo sólo quería volver con Marta.

- No pienso seguir contigo

- Lo harás por que me lo debes y por que si no lo haces me encargaré de chafar tu relación con Cody igual que tú has chafado la mía con Marta. ¿Entendido?

- No te atreverás

- Claro que lo haré - abrió la puerta y se colocó bien sus gafas de sol - Esta tarde te recojo en limusina a las 6 en tu casa, iremos a los bolos y a cenar por ahí.

Y cerró la puerta detrás de él.

J.E.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora