Cap.: 25 - En los titulares

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### Narra Marta ###

La mañana siguiente a la gala de los premios bajé al restaurante para almorzar. Durante esa noche anterior no me hablé con Anna. En nuestra habitación se había creado un silencio mortal que hacían daño a los tímpanos aun que sólo fuese eso, sólo un silencio.

Bajé a comer sola. Acompañada de la soledad. Me propuse a coger unas pastas cuando vi un periódico al lado de las cucharillas para el café.

Lo cogí y en el titular leí "Los Premios Nobel".

Busqué entre las páginas grises el artículo que trataba sobre Merilú. Pero antes de encontrarlo, coincidí con otro artículo. El titular era: "El Nobel del Amor". Continué leyendo el subtitulo: "Erick Brian Colón sorprende a una chica con una bonita canción de amor y nos emociona con un beso de amor verdadero". ¿Un beso?

Bajé la mirada hasta la imagen.

Anna.

Erick.

Besándose.

Rompí a llorar y me fui corriendo de ese comedor para que los clientes no me vieran derribar dolor. Entendí que no había sido Anna la que me había querido cambiar el asiento y arruinar la sorpresa que me había preparado Erick. Sino que ellos dos estaban saliendo y lo habían puesto al descubierto esa noche, a lo grande y sabiendo lo roto que estaba mi corazón.

Fui a la recepción del hotel y pregunté por la habitación de Erick.

Subí hasta la última planta derramado lágrimas al suelo y mordiéndome el labio para evitar chillar. Llamé a la puerta de la habitación 812. Llamé con tantas fuerzas que mi puño quedó rojo y la energía dejó mis rodillas y caí al suelo del disgusto.

Erick me abrió la puerta y nuestras miradas se transformaron en una. Ambos habíamos llorado la noche anterior pero sólo él había parado de usar las lágrimas.

- Marta... - me dijo con un hilo de voz que me creó una nueva grieta en mi alma.

- He visto los periódicos hoy, yo...

- ¿Qué? - susurró y le dejé en sus pies el artículo El Nobel del Amor - Marta... - pasó la mirada por encima del papel gris y observó que mi puño estaba rojo de picar a la puerta.

- A penas pude creer cuando vi la noticia... tenía que venir y escucharlo directamente de ti...

- Marta...

- Sólo repites mi nombre

- Es sólo lo que quiero hacer, repetir tu nombre hasta que...

- Cállate - me levanté del suelo y me limpié mis mejillas de lágrimas - Sólo quiero que me respondas a esto, - fruncí en ceño enfadada y puse recta mi espalda - Dime... dime como se supone que voy a vivir sin ti ahora que he estado amándote por tanto tiempo - tragué saliva - Dime como se supone que seguiré adelante cuando todo por lo que he estado viviendo se ha ido. - suspiré - No vine aquí a llorar ¿vale? No vine a romperme. Es sólo que mi sueño está llegando a su final. - pausa - Con-construí mi mundo alrededor de la esperanza de que llegaríamos a ser algo más... más que amigos. Y no quiero saber el precio que pagaré por soñar cuando incluso ahora es más de lo que puedo tener. No quiero saber el precio que pagaré por soñar ahora que tus sueños se han vuelto realidad. - después de esto me quedé mirándolo.

- Anna tenía razón - dio un pasó hacía atrás metiéndose en su habitación y cerró la puerta delante de mi cara dejándome con un nudo en la garganta.

### Narra Anna ###

Salí del baño de Erick. Me había escondido ahí cuando Marta había llamado de esa manera tan desesperada la puerta. Creía que venia a revisar que yo no estuviera en la habitación. Si hubiese sido así por supuesto que me hubiera encontrado y me hubiera cargado tantos años de amistad.

- Está destrozada - me dijo Erick después de la discusión.

- Te lo advertí - vi como le caía una lágrima de su ojo izquierdo - ahora mismo te apuñalaría donde más te doliera pero creo que perder a Marta de esta forma es más doloroso. Te lo mereces por ser un idiota. - le quité la lágrima de su mejilla con delicadeza.

- No te entiendo. Me amenazas, me dices que me quieres apuñalar pero me quitas las lágrimas y pasas hoy por la mañana para ver qué tal estoy. ¿Me amas o me odias?

- Erick, debes aprender a amar. No es que te quiera o que me caigas mal, es que actúas como yo en el amor y no soy lo que digamos un ejemplo a seguir.

Le sonreí y me dispuse a salir por la puerta.

- ¿Te vas?

- Jackson me ha invitado a almorzar

J.E.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora