Cap.: 26 - Deseo

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### Narra Jimin ###

--- MÚSICA ON ---

Flashbacks de la noche anterior.

Piel tocando piel.

Labios acariciando labios.

Sonrisas que se volvían besos.

Chupetones que se volvían mordiscos.

Poca ropa.

Cuerpos perfectos.

Dedos entrelazados.

Gemidos.

---

Me levanté por la mañana más cansado de lo normal. La cama en la que había dormido y hecho otras cosas no era la mía. Miré que no llevaba camiseta e incorporé la espalda. Me senté en una punta del colchón y me mordí los labios recordando todo lo que sucedió ayer.

Deseo.

De repente noté como las piernas de alguien abrazaban a mi espalda por detrás y sus brazos aparecían debajo de mis sobacos. El roce de piel con piel me puso rojo. Sus brazos atraparon mi pecho desnudo y reposó su mentón encima de mi hombro izquierdo.

- Hola precioso

Excitación.

- Min Yoongi...

- Me gusta cuando gimes mi nombre. Ayer lo hacías muy bien. - avergonzado me solté de su abrazó y me puse de pie. Él se quedó sentado en el borde de la cama con las piernas abiertas. Se apoyaba con las manos atrás y me miraba todo entero.

Me intenté tapar todos los rincones de mi cuerpo pero él había visto más de lo que yo mostraba ahora. Lo había visto todo y nunca nadie había visto tanto por eso no sabía que hacer esa mañana, como reaccionar. Así que busqué mi ropa pero en toda la habitación habían más de una pieza de ropa y sólo la mitad de ellas eran mías.

- Jimin ¿qué haces? - él, viendo como buscaba mis pantalones para cubrir mi piel blanca, posaba en mí una mirada burlona, una que odio por que me parece la más sexy de todas. Una mirada que decía: "eres mío".

Mi camiseta. La recogí en forma de bola y con eso me cubrí los abdominales.

- Busco mi ropa - de repente se puso de pie, me cogió la camiseta y la tiró detrás de él. Su mano apretó la mía y me empujó hasta su cuerpo. Permanecí de pie a un centímetro de que nuestros labios se comieran con ardor.

Mi corazón agitado.

Su brazo rodeaba mi espalda y no me permitía mover. Él tenía el control. El control de la velocidad de mi corazón. El control de mis sentimientos. El control de mi todo.

- Hoy a las dos del mediodía te espero en la plaza. Te invito a comer - mientras hablaba lo miraba a los ojos. Recordaba como esos ojos me miraban la noche anterior con hambre y ganas de más. - Lo estás recordando

Su lengua moviéndose dentro de...

- No

- Ya, claro... - me guiñó un ojo y dejó de rodearme con el brazo.

Escalofríos.

Dejándome con el corazón a mil se giró y caminó hasta la ventana. Su espalda era perfecta y caminaba sabiendo que lo observaba, cosa que le daba más erotismo al momento. Se agachó. Flashback. Oh, dios...

- Esto es tuyo - se levantó y se giró. Me tiró mis pantalones pero mis reflejos eran vagos ya que en ese instante solo podía babear mirando su perfecta figura.

La comisura de sus labios en mi espalda.

Abrió su armario y cogió unas piezas de ropa.

- Hasta luego - me dijo con la sudadera y los tejanos en el brazo. Me acarició el pómulo y la mejilla y se fue honroso, con la cabeza bien alta, al baño a darse una ducha y ponerse guapo para mí en esa comida romántica. 

Sus uñas arañando mi espalda.

Sus dedos acariciando mi cabello.

Delicado.

Salvaje.

Sexy.

Las altas temperaturas.

La música.

Las sábanas bailando con nosotros.

Los pelos de punta.

La suavidad de su cuello.

El sabor de su piel.

Su aroma.

Qué noche. 

J.E.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora