Ya había pasado una semana des de que Anna se había ido. Las cosas habían estado extrañas y todos la echábamos de menos. En el aeropuerto pudimos conocer a la chica con la que se había ido a vivir: Carla. Era una tía alta, muy enérgica y loca, como lo era Alba. Por eso congeniaban bien. En el aeropuerto vi a Jimin, Erick, Cody, Nerea, Albert, Pilar, Manolín y Meri. Todos asistimos. También vino un chico asiático con el que Jimin se llevaba muy bien. Supuse que era un amigo de Anna. Ojalá hubiera tenido razón.
Una semana más tarde de la ida de Anna decidí ir a Barcelona a mirar tiendas y distraerme un poco. Entré una de las tiendas caras y exclusivas. Sabía perfectamente que no me podía comprar nada porque mi estado económico no me lo permitía. Igualmente entré para cotillear.
En la tienda había unas cuantas personas y para evitar a la gente me puse en una zona dónde no transitaba nadie. La parte unisex.
Me puse a analizar los pantalones de uno de los colgadores del lugar. Azules, largos y con final en campana. Horribles. Tiré los pantalones hacia un lado.Siguientes, rojos apretados de cuero. Y estos costaban el triple, dios no. Y tiré los pantalones a otro lado. Entonces mi mirada se dirigió a él. Rodeé el colgador sin pensarlo y lo pillé de improvisto.
- Jimin - lo asusté y al verme se puso muy nervioso.
- M-Marta... jeje... ¿qué haces aquí? - esbozó una sonrisa muy falsa. Durante la conversación intenté que volviéramos a tener la misma relación que antes.
Hacía unas semanas, des de la noche de la lluvia, que habíamos intentado evitándonos. La semana pasada, en el aeropuerto no pude dejar de observarlo y entonces me di cuenta de que necesito volver con él. Ahora era mi oportunidad.
- Te veo tenso - se rascó la nuca y un chico por detrás apareció de la nada. Cogió a Jimin por la cintura, lo hizo voltearse y lo besó.
- Te he comprado una camiseta - entonces reconocí su cara. Sus ojos más cerrados de lo común, su piel muy blanca y su estatura... Era el supuesto amigo de Anna, el asiático que había aparecido en el aeropuerto.
- Yoongi... - susurro Jimin. Se giró para ver mi cara y yo, sin darme cuenta, me había quedado boquiabierta - ... te presento a Marta...
- Hola - el chico sonrió detrás de Jimin y en su tierna sonrisa cerró los ojos.
- ¿Qué está pasando aquí? - intenté contener mis lágrimas. Intenté que mi corazón no se rompiera.
- Te quiero presentar a mi novio Yoongi... - su hilo de voz desencadenó que mi alma se cayera en el suelo. Sentía que mis huesos ya no existían y que dentro de mi había un vacío.
- ¿No-novio?
- Sí, novios - dijo Yoongi abrazando a Jimin por detrás. Sentí como Jimin se incomodaba y sabía perfectamente que no se incomodaba por el abrazo, sino por mí, eso fue lo que más me dolió.
- Perdonad - me quedaba sin aire. Me volteé y salí corriendo de la tienda. En la calle me senté en el suelo apoyada en el escaparate.
Un hombre con traje salió para decirme que me apartara del lugar y anduve por el paseo hacía la boca de metro. Todo me daba vueltas y mis lágrimas se acumulaban en los ojos y hacían que lo viera todo borroso.
Entré en el metro corriendo sin ver demasiado y entonces tropecé con una persona muy alta.
Extendida en el suelo me sequé las lágrimas y levante mi mirada para ver con quién me había chocado. El chico estiró su brazo para ayudarme a levantar.
- Me suenas - dijo el chico alto que iba muy bien vestido.
- Te recuerdo - contesté.
Ese chico lo había visto antes en la gala de los premios Nobel. No era un espectador en la grada. Era el presentador. ¿Cómo se llamaba? Joe... Johnn... Je.. Ji... Ja... JACKSON WANG. LO RECUERDO.
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