Cap.: 37 - The truth untold

4 1 0
                                    

Al abrir la puerta y ver a Erick mi corazón se estremeció. Pude contener las lágrimas pero no el dolor, ni los recuerdos de ver en el periódico el beso entre Erick y Anna.

Y ahora, ese chico llamaba la puerta de mi casa. ¿A qué venia? ¿A restregármelo?

- Marta... - me dijo con su tierna voz. Dios, qué rabia, sabe perfectamente que me encanta su dulce voz.

- Erick... - intenté sonar lo más fuerte posible pero me quedó débil, casi susurrado.

- Te he echado de menos

- ¿Qué haces aquí? - miré a otra parte para no cruzar las miradas por que sino me quedaría hipnotizada.

- Quiero contarte la verdad

- ¿La verdad duele?

- No lo sé - contestó con la mayor sinceridad. Se puso las manos en los bolsillos y al ver que yo no respondía empezó a contármelo todo - me gustabas - supongo que significa que ya no le gusto... - quería salir contigo, quería mostrarme tal y como soy por que quería que te enamoraras de mí - suspiró - y por eso te llevé a ese lugar peligroso, por que yo me crié en ese lugar

- Me atracaron - susurré alzando la vista y entonces lo vi. Llevaba todo ese rato pensando en no llorar pero los ojos de Erick derramaban lágrimas sinceras. Y me hipnotizó.

- Lo sé, lo siento, conmigo hubieras estado segura pero no me presenté - se quitó las manos de los bolsillos del pantalón para desabrocharse la camisa - no me presenté por que tuve un accidente de coche... - y entonces vi las heridas en sus perfectas abdominales. Mis lágrimas no se pudieron contener más - me llevaron al hospital pero antes de que pudiera explicártelo algo sucedió entre el asiático guaperas y tú - sonreímos a la vez al decir asiático guaperas y cruzó el umbral de la puerta para abrazarme -. Te he echado de menos - volvió a repetir.

Yo también lo había echado de menos.

- Como que también te habías enfadado conmigo por dejarte sola en ese parque - continuó diciendo mientras deshacía el abrazo y me agarraba de las manos - decidí preparar un concierto para pedirte perdón. Lo tenía todo preparado, eran los premios nobel, ¿lo recuerdas? - me quitó un mechón de pelo de la cara. ¿Cómo no lo iba a recordar? - Entonces Anna te cambió de lugar y lo fastidió todo

- ¿Quieres decir que Anna fue la culpable? - lo creía.

- En parte sí, pero lo hizo para protegerte, por que te había hecho mucho daño 

- ¿Por qué la defiendes? ¿Por qué seguís saliendo? ¿Es falso?

- Es una relación falsa, para los periodistas, pero en estos días he conocido a Anna, a la verdadera Anna, es fascinante. Tiene unos pensamientos muy liberales, es fuerte, inteligente, protectora, muy amiga de sus amigos. Creo que todo el mundo merece tener a una persona así a su lado - pausó mordiéndose el labio inferior - Es una relación falsa, sí - repitió -. Pero me gustaría que fuera real... - y pude sentir como su corazón palpitaba muy rápido.

J.E.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora