Cap.: 10 - Bye

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Dejé a Erick con las palabras en la boca. Y, por mucho que quería salir corriendo hacía los tortolitos que habían causado tanto misterio, sólo podía pensar en lo mal educada que fui con Erick.

- Perdona

- Nada, da igual, ve con ellos si quieres

- No espera, continúa

- Has roto el momento

Erick se recolocó su guitarra en la espalda y se fue al lado contrario de donde se encontraba mi casa. Mi corazón decía que debía salir corriendo detrás de él pero mi mente decía lo contrario. Me había portado mal y no merecía mis suplicas, mis disculpas.

Volví a casa. Sin pensar en los tortolitos del puente o en Jimin o en nada ni nadie. Sólo en Erick.

#### Narra Erick ####

Fue una mala idea volver al pueblo. Estaba equivocado, ella ya no me prestaba atención. Sería mejor desaparecer. Cogí un lápiz y un papel y me puse a escribir la carta de despedida.

"Hola, Marta.

No tengo a nadie a quién mandarle cartas de despedida. Eres la única razón por la que vine, y me entristece que seas la razón por la que marcho. Vuelvo a la ciudad, junto a mis padres.

Todo lo que quería decirte la noche del río era verdad. Todo lo que siento por ti es real. Sólo tú y la música me habíais hecho sentir parte de vuestro mundo, frágil y libre, como una pluma. Pero esta pluma, que había creído encontrar a su ave, es negra. Y tú, el ave, eres blanca, pura, preciosa. Y ¿qué haría una pluma negra en un ave blanca? Rompería su belleza. Y no quiero eso.

A pesar de que me marche tú nunca te irás de mis sueños.

Espero verte algún día. Sólo pido verte, una última vez. Quiero analizar todo tu rostro por que cuando cierro los ojos no puedo acordarme de todas tus facciones, y eso me mata, así que no duermo. No entiendo como estas dos palabras pueden expresar todo lo que siento pero lo hacen: te quiero.

Erick."

La puse en un sobre y la llevé a correos que ya estaba a punto de cerrar. Hice las maletas y preparé el tiquet de bus para marcharme.

- ¿Quiere un tiquet de ida y vuelta?

Había dejado la guitarra dentro del piso de alquiler. Miré el pueblo por última vez y le dije a la dependienta:

- No, sólo un tiquet de ida.

J.E.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora