La noche del destino

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Aprender los votos fue un dolor de cabeza. Juana no perdonaba que faltará a una sola palabra y Enkidu lo reprendía como si fuera un niño. Deseaba mandarlo todo por la borda, una vez convertido en el esposo de la reina de los caballeros se tranquilizó. Todo había válido la pena y los dioses se retorcerían al verlo triunfar con un heredero sobre el que no tendrían influencia.

Solamente acudieron a su boda personas cercanas e importantes. Familiares y amigos de su esposa, la alta nobleza de Francia y algunos reyes menores de Oriente. Cualquiera que deseara aparecer ante él debía estar aseado y luciendo sus mejores galas. Como garantía, envió dinero a las modistas de la nobleza para que su atuendo fuera espectacular. Y si no era suficiente, también pagó porque los caballeros usaran armaduras nuevas.

El salón principal estaba hecho con mármol blanco, formando un gran diseño de ramaje ámbar en sus muros, piso de madera barnizada en color dorado. No tenía ventanales, pero si 3 colosales domos de cristal pulido y deslumbrantes candelabros. Un escenario perfecto para celebrar su unión. 

Pendiendo del techo, tras la mesa que compartía con su esposa, había finas telas azul rey. La pista de baile estaba frente a ellos con 6 mesas a cada lado. Todas usaban manteles blancos, con piezas altas de cristal coloreadas de azul rey, coronadas por orquídeas blancas y velas. Usaron vajilla y cubiertos de plata. Finas copas de cristal azulado para brindar.

Los sirvientes llevaron a cada mesas pesadas bandejas con montañas de platillos para satisfacer las exigencias de cualquier gusto. También jarras de vino que nunca se agotaba. Había un gran dinamismo y su ego crecía entre animadas conversaciones de las personas maravilladas con la recepción. 

Miro con agrado el resultado final. Absolutamente todo era perfecto, una fiesta fastuosa y digna de realizarse en su honor. Después de comer, la tradición era que los novios se acercaran a sus invitados para agradecerles su presencia. 

-Arturia-la llamo y giró levemente la cabeza en su dirección-Solo iré con mis invitados de más estima, haz lo mismo-ella enarco una ceja pero no pudo detenerlo cuando se puso de pie y camino hasta sus amigos

Ellos lo vieron acercarse y comenzaron a vitorear, Iskander le recibió con aliento alcohólico y una fuerte palmada en la espalda.

-¡Gloria a ti, doradito!-los demás se carcajearon por el apodo-Te mande por una mujer caballero y me restriegas que atrapaste a su reina

-Esta a su altura, mi señor-expreso Siduri con una amplia sonrisa

-¡¡Por la nueva reina de Uruk!!-grito Enkidu, todos levantaron sus copas 

-Que esta dure mucho más que las otras-brindo Semiramis con voz jocosa y Gilgamesh la miro con desprecio-¿No piensa lo mismo, Majestad?

...

Las bromas nunca faltaban entre su séquito de caballeros, Tristán estaba sentado al lado de Bedivere y Lancelot junto a su bella prometida, la princesa Ginebra. Su padre adoptivo y Kaay los acompañaban. El mago de la corte también estaba allí con la dama del lago.

-¿Qué clase de caballeros son los tuyos, Arturia?-Sir Héctor fingió molestia mientras ahogaba una risa por las ocurrencias de los jóvenes

-No seas tan severo, Nuestro Señor se reunía con prostitutas y corruptos-respondió sabiamente Merlin, entonces Kaay codeo a Tristán

-Te hablan-este le hizo una seña obscena y hubo más risas

...

El ánimo no era tan alegre cuando saludo a su familia, pero aún así le gusto verlos reunidos. 

Su hermana mayor, Elaine, la felicito por la fiesta, el rey que se había conseguido y lo bella que estaba. Urien expreso que nunca antes había visto tanto esplendor, deseándole que su nueva vida sea igual. Los 9 muchachos se ofrecieron para vengarla si había algún disgusto con su marido. Juraron proteger al reino, honrando su nombre hasta que llegara el nuevo rey.

La epopeya de los DonutsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora